En el mundo del cine está todo inventado. O al menos eso puede pensarse cuando se ve la deriva de la industria en los últimos años. Sin embargo, estamos hablando de un entorno artístico, en el que siempre cabe la sorpresa. La idea creativa de alguien que decide asumir el riesgo.

125 artistas de 40 países

Es el caso de Dorota Kobiela y Hugh Welchman. Esta pareja de realizadores han creado una obra de arte cinematográfica llamada Loving Vincent. Se trata de la primera película de la historia rodada íntegramente con cuadros al óleo. Con nada menos que 65.000 cuadros pintados por 125 artistas de 40 nacionalidades distintas. La idea surgió de la mente de Kobiela, que además de directora es también pintora. Kobiela quería contar la historia de los últimos días de vida de Vincent Van Gogh. El drama mental y existencial que le llevó a suicidarse de un tiro en el pecho. Unas vivencias que el pintor holandés relataba a su hermano Theo en las conocidas cartas que intercambiaron.

Fidelidad a la obra de Van Gogh

Este intención de recrear la vida de Van Gogh de la forma más fiel y precisa les llevó a la conclusión de era necesario hacerlo en el mismo lenguaje que empleaba el Loco del Pelo Rojo. Cuadros al óleo que captaban la luz y las formas de esa manera tan peculiar. Pero lograr animar esa idea fue todo un reto. 125 artistas pintan cada fotograma cuadro a cuadro. 18 meses de trabajo para conseguir tan solo 30 segundo de película. Para todo el proceso de animación han sido necesarios dos años, que se suman a los que se necesitó para planificar y decidir cada plano. Primero se rodaron las escenas con actores reales y sobre su imagen, se pintaron los cuadros que componen la película. Como señala Welchman “queríamos ser fieles a la obra y a la forma de trabajar de Van Gogh y él siempre utilizaba modelos humanos que incluía en sus obras”.