Realmente no sabemos cómo nos va a afectar en cambio climático. Como el alza de las temperaturas va a cambiar nuestras vidas. O más allá, cómo va alterar nuestro planeta y qué consecuencias va a tener eso sobre nuestras vidas. El mejor ejemplo es el conocido cráter de Batagaika, también denominado “la Puerta al Infierno”. Este gigantesca grieta abierta en Siberia nos habla de las consecuencias de la alteración climática en nuestro planeta. Primero porque nos muestra de lo que ya ha ocurrido en el pasado. Según los geólogos, el hundimiento del terreno comenzó a producirse hace 200.000 años. Es una ejemplo de lo que sucede cuando el permafrost que sustenta el suelo siberiano se descongela.

Lo malo

Pero lo relevante a día de hoy es su continuo crecimiento. Si bien la grieta ha ido agrandándose desde su formación, es en las últimas décadas cuando se ha acelerado el proceso. En los últimos años, la media de ensanchamiento ha sido de unos 10 metros al año, aunque en los últimos, que han sido más cálidos, esta cifra ha aumentado hasta los 30 metros al año. El proceso no es solo grave desde un punto de vista paisajístico o sintomático. La gravedad del deshielo del permafrost es que el terreno, al descomponerse, libera más CO2 a la atmósfera. Los expertos estiman que hay más CO2 atrapado en la tierra helada que en la atmósfera actualmente. Es fácil imaginar lo que puede suceder si el proceso no se detiene.

Lo bueno

Pero los científicos son esas personas encargadas de encontrar soluciones. Y han pensado que el cráter también es una oportunidad estupenda para estudiarlas. La abertura ofrece un registro climático y geológico de primer orden de los últimos 200.000 años en la Tierra. Los expertos esperan poder establecer una secuencia sobre calentamiento global y consecuencias que sirva para encontrar soluciones a la situación actual.