El gigante Arabia Saudí, integrado como está en un zona petrolíferamente muy rica y siendo uno de los mayores productores de esta fuente de energía, ha dado un paso adelante hacia la energía solar: pretende alcanzar, en 2030, una potencia instalada de 200 gigavatios, lo que equivale a dos tercios de la capacidad mundial de este tipo de energía limpia y renovable. Y es que, según datos de la IEA, la Agencia Internacional de la Energía, la capacidad instalada de energía solar en el mundo es de cerca de 300 gigavatios. Hoy, las centrales de energía solar fotovoltaica en funcionamiento en todo el planeta suman 390 GW (gigavatios) de potencia instalada, y la previsión de la entidad es que en 2020 la potencia instalada en esta fuente renovable alcance los 424 GW.

Muchos sol y tierra disponible

Los paneles solares se fabricarán en el país, pero será una empresa japonesa, Softbank, la que financiará el proyecto, de acuerdo con un principio de acuerdo firmado por Massyoshi Son, director ejecutivo de SoftBank, y Mohammed bin Salman. La inversión podría alcanzar los 45.000 millones de dólares en los próximos 5 años.
¿Significa esto que Arabia Saudí se ha concienciado y puesto manos a la obra de luchar contra el cambio climático? Seguramente no. Seguramente este sea otro de sus eslabones encaminados a diversificar su economía, que ahora depende por completo de la industria de la extracción de crudo.
Con todo, el proyecto, que se ha presentado en Nueva York, es la iniciativa de energía solar fotovoltaica más ambiciosa entre las conocidas hasta hoy. Para el director ejecutivo de SoftBank,  la idea tiene futuro habida cuenta de que "el Reino de Arabia Saudí tiene un gran sol, un gran tamaño de tierra disponible y excelentes ingenieros”. Se prevé construir centrales de energía solar con 200 GW de potencia.