Se acerca el fin de la espera. Es un reclamo colectivo y unísono conseguir que se cargue más rápido la batería del móvil, dependentes como somos de nuestros smartphones. Aplicaciones, redes sociales… El gasto de energía va mucho más rápido que su recarga. Utilizar una toma eléctrica para enchufar el móvil, apagarlo o ponerlo en modo avión, así como borrar la memoria RAM, son algunos consejos para ahorrar batería, pero parece que un equipo de investigadores del Korea Advanced Institute of Science and Technology (KAIST) podría haber avanzado hacia una solución definitiva.

Aún tiene inconvenientes

Ha desarrollado un nuevo interfaz para un dispositivo de almacenamiento de energía que puede cargarse por completo en solo 20 segundos. El sistema funciona con un electrolito acuoso (una solución a base de agua en vez de una solución de materiales tóxicos e inflamables). Sería a partir de un condensador Híbrido Acuoso (AHC) que hace que la carga sea mucho más rápida y más barata, si bien la transferencia de energía que ocurre en una batería que utiliza solución acuosa tiene posibilidades de deteriorarse más rápidamente, y la autonomía de uso no es tan alta como sería deseable.

El grafeno como aliado

Los condensadores híbridos se montan con una batería que almacena la energía electroquímicamente, como una carga electrostática donde los iones ayudan a transportar la corriente, utilizando polímeros a base de grafeno en lugar de conductores metálicos más tradicionales. Esta es, además, una tecnología respetuosa con el medio ambiente. Su rápida velocidad de carga podría hacer que se encaje bien con células fotovoltaicas u otras fuentes de energía de microgeneración.