A ver, vamos a reconocer una cosa. Solo una. Lo de ligar lo hacemos todos, toditos. Con más o menos gracia, sí, pero lo hacemos. Pero lo de entender las señales que te llegan del otro es otra liga. A veces, estás tan encabezonado con ciertos detalles que no puedes recibir el mensaje en su conjunto. O tal vez te has pasado de copas y no están afinando ni una. Puede que simplemente seas más tonto de lo que deberías. Pero no hay nada por lo que preocuparse porque un señor licenciado en psicología y que dice ser sexólogo clínico (¿cómo? ¿eso no era ginecología o urología o alguna cosa así pero no sexología?) ha lanzado al mercado un libro sobre cómo ligar. A lo Álvaro Reyes, el lumbreras de YouTube; como todos esos señores que no creen en el significado de la palabra NO si viene de una mujer. Pues bien, este señor psicólogo, sexólogo clínico e iluminado en las artes de cortejo ha facilitado ocho señales para saber si a "esa persona" (codazo, codazo) le gustas (risitas tontas). Pero le gustas en plan bonito, nada de esas depravaciones que cometen los millennials.

Se dilatan las pupilas

(Aclaración) Y no se está fumando un porro. (Fin de la aclaración) Obviamente, ofende la duda, una siempre carga en el bolso uno de esos aparatos oftalmológicos para medir las pupilas. Pero, ¿en qué momento medirlas? Se supone que las pupilas se dilatan cuando te ve, entonces si os estáis viendo todo el rato (lógicamente, por eso de compartir espacio, tiempo y dimensión) ¿cómo puedes saber cuando las tiene ya expandidas o cuando no? Y en qué momento puedes dejar caer un comentario sutil que sea algo así como "¿qué tal tus pupilas? ¿me dejas medirlo para comprobarlo?".

Te imita

Aparentemente, la persona a la que le gustas poco a poco va perdiendo su personalidad y se va convirtiendo en ti. Porque durante todo este tiempo lo hemos entendido fatal: no es que "le gustes", es que LE ENCANTAS y quiere ser como tú, porque eres LA MEJOR. Y de repente, un día, te imita tanto, tanto, que decide liarse con tu ex por la misma excusa que le pusiste tú a tus amigas: "no podía perderme una experiencia así".

Sus pies miran hacía a ti

Un detalle: si lo que apunta hacía ti son sus talones es que realmente no le gustas; déjalo estar, ni siquiera está haciéndote caso. Pero si es un ser humano corriente que decide hablar contigo como las personas normales, muy probablemente sus pies apunten hacía ti por una cuestión muy agradable que tal vez el psicólogo, sexólogo y otros tantos títulos haya olvidado: por respeto. Si hablas con una persona, la estás encarando. A no ser que la persona en cuestión sea bífida y perfectamente capaz de disociar su cuerpo, dejando los pies hacia el este de Pekín pero sus hombros hacía ti. Entonces, ninguna pega de mi parte.

Te mira a menudo

Estáis a la distancia y vuestras miradas se cruzan en un choque eléctrico de pasión. Una y otra vez, hasta que descubres que literalmente te mira todo el rato. No te suelta con la mirada. Te hace sentir totalmente vigilada. Buscas el significado en Google. Primer resultado: Acoso. Segundo resultado: Perturbación. Tercer resultado: psicólogo y sexólogo clínico concluye que las miradas tienen poder. Poder para ponerte incómoda. Porque si te mira demasiado a menudo, perdiendo de vista la realidad y suspirando por tu hermosa cabellera... no es amoooooooooor, es una obsesióoooooooon.

Sonríe y ladea la cabeza

Es un perro feliz. De los de Snapchat. Digo, es alguien amable, capaz de entender que simplemente eres una persona cuya compañía es muy agradable y que cuenta cosas que, como mínimo, son tremendamente entretenidas. Y tal vez tenga tortícolis, yo qué sé, que eso de mirar el móvil todo el día nos deja con el cuello tonto. Pero por si acaso asegúrate de que vaya cambiando de postura y no se haya congelado en una pose agradable para esconder que en realidad le da bastante igual lo que estás diciendo.

Su interés es recíproco

PARECE QUE SOLO SE PUEDE SER UNA PERSONA DECENTE Y RESPETUOSA SI TIENES ALGÚN INTERÉS SEXUAL/EMOCIONAL/ROMÁNTICO. VAYA.

Bromea contigo "fastidiando"

No cariño, eso no es que "le gustes". O una de dos, o aún no ha conseguido superar la adolescencia y no es capaz de relacionarse con las personas como cualquier adulto; o tiene una gestión emocional tirando a números negativos que le llevan a fastidiarte porque eso de ser amable "no es de gente guay". En ambos casos: NEXT.

Te trata de forma distinta

Una vez más, los intereses marcan el comportamiento. Pero también hay que decir que está genial que sea CONSECUENTE y te trate en función de lo que está pasando entre vosotros dos. De verdad, la gente con la que clarísimamente pasa algo pero luego actúa como si nada tiene un círculo en el infierno exclusivo para ellos. Dante lo denominó como "mamonazos". ¿Puedo agregar un "de mierda"? Pues eso, que si hay roce, que se note en cómo cambia y evoluciona la relación, porque una no puede pasarse el día leyendo estás listas cutres para entender la cabeza infumable de otra persona. Ahora, a corretear con vuestros queridos ligues. He dicho.   Imagen de Cheryl Holt en Pixabay en CC