Probablemente, yo tampoco lo escriba. No creo que se lo dedique a nadie en concreto, pero sí a una masa etérea que no responde a ningún nombre. Como un "la gente" pero aún más generalista y extrapolado fuera de la realidad. Hay gente que ya no me lee. Ni si quiera los whatsapp. Hay gente que va y viene, selecciona los artículos y solo se lee los que han sido acertados con el título. Hay gente, que es esa "la gente", ese ente que no entra en ninguna lógica, que directamente no me lee, nunca lo ha hecho, ni lo hará.

La superficie es lo que queda

Todos hemos pecado de no leer. A pesar de que podríamos leer de todo a todas horas del día. Facebook, sin ir más lejos, está plagado de cosas interesantísimas sobre las cuales podríamos informarnos. Pero siempre pecamos de lo mismo. TODOS pecamos de lo mismo. Leemos el titular, la información que lo acompaña en la misma publicación y seguimos con el scroll. via GIPHY Nos creamos una pseudo-información a base de titulares que dan lugar al error. Como mucho, hacemos una lectura en scanner y nos quedamos únicamente con aquellas frases en negrita. Y con tan solo eso, una información que ni se ha metabolizado, entramos a trapo a discutirnos en los comentarios.

Entonces, ¿qué?

Soy dada a crisis nihilista de corta duración. Algún psicólogo en la sala podrá ponerle nombre a esto. De momento, digamos que no entiendo exactamente el porqué de querer tantísima información si ni siquiera le prestamos la atención que se supone que deberíamos. Somos coleccionistas de contenido; porque decir que vivimos en la era de la información es darle un valor ético a todo lo que leemos y eso no es así. No todo es ético, ni valioso, ni mucho menos informativo. Estamos en la era del contenido. Del placer visual. Nos gustan deteminados colores y composiciones, nos gustan determinadas frases, momentos y gente. Se oye hablar de clickbaits, pero no se dice nada de la gente que no entra en el contenido. Se oye hablar de malos redactores, pero... ¿y los malos lectores? Nos estamos acostumbrando a velocidades extremas. Todo llega y, además, muy rápido. Hemos perdido la paciencia para leer un artículo de más de mil palabras, sin imágenes y liso. Obviamente, también hemos eliminado comprensión lectora. Lo que no nos lo explique un párrafo, lo hará una imagen. Entonces se entra en una crisis estructural en la que quiénes nos escribimos nos planteamos si seria mejor pasarse al microblogging, al vocabulario sms o aprender a hacer infografias. Y los que leemos cada vez somos más vagos, pero queremos más información, porque no nos alimentamos lo suficiente como para saciarnos. Entramos en espiral, en decadencia, en lo que sea. Pero entramos en una nueva dirección: hay que explorarla.   En fin, que este artículo no lo has leído. Y si lo has hecho, muy probablemente este artículo no estaba dirigido a ti.   Imagen de Gerd Altmann en Pixabay en CC