Chicos, poneos guapos, tenemos visita. Y no es una visita cualquiera, porque llevamos 4.500 millones de años aquí solos. Es la primera vez que vienen a vernos desde fuera del Sistema Solar y hay que estar preparado y tenerlo todo limpio.

Con forma de cigarro

Vale que el visitante quizá no se fije en el polvo cósmico que tenemos acumulado en los planetas. Total, es una roca de 400 metros de largo y 40 de ancho que vaga distraída por el espacio, ajena a todo. Pero aún así es todo un acontecimiento. Tanto que andan los científicos como locos, nerviosos perdidos por estar a la altura del evento. Oumuamua, como han bautizado a este asteroide visitante, tiene una extraña forma de cigarro. Parece ya claro que este trozo de cosmos se formó fuera del Sistema Solar y lleva millones de años de viaje. “Durante mucho tiempo hemos teorizado sobre objetos de otros sistemas dentro de nuestra galaxia”, dice Thomas Zurbuchen de la NASA, “y ahora tenemos la evidencia de que existen”. Que una cosa es verlos desde la distancia sideral a través de un telescopio y otra que vengan a verte.

Mirando a Oumuamua

Ahora todos los telescopios de la Tierra se han orientado hacia Oumuamua. Se trata de comprobar no solos sus medidas exactas, sino también su composición, brillo y trayectoria. Toda esta información se espera que sirva para conocer más sobre la formación de la Vía Láctea y de nuestro Sistema Solar. De momento ya sabemos que se trata de un objeto muy raro. Tanto por su forma como por carecer de la fina capa de polvo que caracteriza a estos cuerpos dentro de nuestro sistema. Y también sabemos que viaja a una velocidad aproximada de 85.700 kilómetros por hora. El día 1 de noviembre cruzó la órbita de Marte, ahora va camino de la de Júpiter y en enero de 2019 pasará por la de Saturno. Y así hasta que abandone nuestro sistema y volvamos a estar solos por otros cuantos millones de años.