El total del recorte supera los 9.200 kilómetros cuadrados. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cortado por lo sano la superficie de dos parques en Utah, hasta ahora protegidos con la figura legal de Monumentos Nacionales -terrenos protegidos por el Gobierno federal-, que, a diferencia de los parques nacionales, pueden crearse sin el visto bueno del Congreso, con la simple orden del presidente, de acuerdo con una ley de 1906.

Distinguidos por Clinton y Obama

Uno de los parques es Bears Ears, una extensa área protegida creada por Obama el año pasado, que Trump ha reducido en cerca del 85%, reduciéndolo de sus 6.075 kilómetros cuadrados a apenas 817. El otro es Grand Staircase-Escalante, un parque protegido en 1996 por Clinton, que el actual inquilino de la Casa Blanca ha disminuido en casi un 46 % de su superficie, pasando de tener 8.100 kilómetros cuadrados a alrededor de 4.050, y dividiéndolo en tres áreas. La decisión se ha tomado pese a las protestas de tribus y ecologistas; la Fundación para la Conservación de Tierras, por ejemplo, tiene previsto presentar una demanda judicial para tratar de deshacer la decisión. Trump la ha defendido, en un discurso en el Capitolio estatal de Utah (en Salt Lake City), declarando que su intención es "revertir la extralimitación (del Gobierno) federal, y restaurar los derechos de esta tierra a sus ciudadanos".

Ahora se podrá cazar

Trump consideró que sus dos predecesores demócratas, que concedieron la categoría de Monumento Nacional a estos espacios, "abusaron" de la ley al hacerlo, en un intento, argumenta, por poner cada vez más tierra y agua bajo control federal, lo que a su juicio limita la capacidad de los ciudadanos de decidir la mejor forma de utilizar los terrenos. Eso sí, con la decisión, la Casa Blanca abrirá estos territorios antes protegidos al uso público de sus carreteras y pastos, así como a la "caza y pesca sostenible", según ha declarado a los periodistas el secretario de Interior de EEUU, Ryan Zinke. Y aunque Grand Staircase-Escalante tiene yacimientos de carbón, Zinke ha negado que la decisión de reducir su tamaño tenga que ver con intereses de explotación minera.