Si el racismo y los prejuicios se curan viajando, ¿cuántos vicios del ser humano se eliminarían si todos pudiéramos viajar al espacio? Quizá todos. Seguro que cuando viéramos la Tierra desde la distancia, cuando pasáramos rozando el resto del planetas del Sistema Solar, nos daríamos cuenta del absurdo de nuestro egoísmo, nuestra avaricia y nuestro odio.

Una nave con forma de átomo

De momento, lo de los viajes espaciales en plan turístico parece que se va para largo. Así que nos tenemos que conformar con simulaciones, relatos y películas. La última propuesta nos invita a viajar a través de nuestros planetas vecinos mediante un espectacular vídeo. La obra se llama Epoch y es una creación del diseñador y director Ash Thorp. Throp nos embarca en una futurista nave espacial con la que rodeamos Marte, pasamos en vuelo rasante sobre la pesada atmósfera de Venus o compartimos órbita con los satélites de Júpiter mientras miramos cara a cara al ciclón eterno de su superficie. Una nave espacial que quiere recrear una forma común en todo el Universo. La de un átomo.

Un sueño infantil

Epoch es el resultado de la fascinación de Thorp por el espacio. Su sueño de viajar por el Sistema Solar inspirado por lecturas y películas de su infancia. Para dar vida a este sueño, ha empleado las últimas tecnologías de imagen generada por ordenador (CGI). El trabajo de tres meses condesando en poco más de diez minutos. Sin voz. Solo con música. “Para permitir al espectador vivir la experiencia de ser un pasajero subido en su propia imaginación”, declara Thorp. Pero realmente, la pequeña película deja poco lugar a las imágenes mentales de quien lo ve. Porque todo está ahí. La increíble e incompresible belleza de los anillos de Saturno. Los mundos perdidos del cinturón de asteroides. La fría lejanía de Neptuno. Todo ello tomado de imágenes en alta resolución de la NASA pero que en las manos de Thorp han cobrado vida. Como él mismo dice “como muestra de un viaje a lo desconocido, que cuando se descubre, plantea nuevas incógnitas”.