El director y actor Pierre Grimblat propuso en 1984 a la TF1, por entonces la cadena pública de televisión más importante en Francia, realizar un homenaje a la colección de novelas policíacas 'Serie Negra', que fundó Marcel Duhamel en 1945 para la editorial Gallimard. La productora de Grimblat, Hamster Films, planifica un total de treinta y siete películas emitidas en prime time con reputados directores como Joël Seria, Yves Boisset, Paul Vecchiali, Jacques Rouffio y el propio Jean-Luc Godard, que adaptó la novela policíaca The Soft Centre, escrita por James Hadley Chase. La película se emitió una sola vez, el 24 de mayo de 1986 a las 20:30 horas, y nunca se estrenó en cines. Hasta ahora. Godard convierte esta cinta en un noir que intenta trascender tanto el género policíaco como la mera adaptación literaria, para abordar, nada más y nada menos, la convivencia del cine con la televisión, que cada vez iba ganando más presencia. Godard llevaba ya algunos años tabajando el vídeo para entender sus posibilidades artísticas y creativas, sin lograr resultados que lo satisficieran. Pero en los ochenta, se ocupó de la pequeña pantalla.
Antes de la película de la que hablamos, Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine, Godard había realizado películas como Pasión (1982), Nombre: Carmen (1983), Yo te saludo, María (1985), Detective (1985) y, después, Soigne ta droite (1987) y King Lear (1987), y en todas ellas el cineasta cuestiona el futuro de las imágenes en la era de la televisión, pero sin considerarla el enemigo, valorando -y en eso fue visionario- su potencial artístico y accesibildad con el espectador. En Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine, presenta a un director y un productor para reflexionar no solo lo creativo y lo económico y, así, realizar un retrato profundo de la trastienda de la creación cinematográfica. Todo manteniendo elementos del noir, incluidos asesinatos y femme fatale.Y es que plantea la producción de la película como una historia de intriga. Además, hay imágenes de gran valor visual, basadas en muchos casos en el rostro, jugando con el propio cnocepto de plano. La restauración de la película en DCP la ha hecho posible la directora de fotografía Caroline Champetier.