Estamos en el siglo de las realidades sintéticas. Realidad virtual, realidad aumentada. Y todavía vemos una imagen un tanto anacrónica en nuestros museos. Esos visitantes que pasean entre las obras con una especie de teléfono móvil hiperdesarrollado pegado a la oreja. Las audioguías no parecen haber evolucionado al mismo ritmo.

Smartify, una revolución en el arte

Hasta ahora. Smartify se presenta como la aplicación que va a revolucionar no solo nuestras visitas a los centros del arte. Sino también nuestra forma de aprender. Nunca más veremos un cuadro o una escultura y nos preguntaremos de qué obra se trata. Quién fue su autor. Cuál será su época o corriente artística. Solo tendremos que apuntar con el móvil hacia la obra en cuestión y Smartify nos dará una detallada descripción de la obra y una biografía de su autor. Para ello utiliza, cómo no, sistemas avanzadísimos de reconocimiento de imagen y realidad aumentada. En su web lo definen como la auténtica revolución en el arte. Lo más desde el impresionismo, vamos.

Suspenso en arte clásico

Lo malo es que, de momento, no parece que vaya a ser así. Lógicamente, lo primero que uno hace al descargarse la app es ponerla a prueba. Y no es que la experiencia haya sido muy satisfactoria. Al principio, empezamos con algo difícil. El Poseidón de Cabo Artemisio. Nada. Bueno, puede uno pensar que aunque la obra es más o menos conocida no es precisamente lo más popular del arte clásico. No como el Laoconte. El conjunto de figuras agonizantes archiconocido. Tampoco. Decidimos bajar más el nivel. Al Discóbolo de Mirón, figura indispensable en cualquier libro de texto escolar. El mismo silencio sepulcral.

Raspadillo en arte de la Edad Moderna

Pensando que quizá no esté orientada a este arte (aunque arte es) avanzamos en el tiempo. Y ya sospechando decidimos mantener el nivel básico. ¿El Jardín de las Delicias de El Bosco? Venga, esta seguro que sí. Pues no, tampoco genera ninguna respuesta. ¿Y La Ronda de Noche de Rembrandt? ¡Bingo! En segundos Smartify reconoce la obra y nos da una explicación del cuadro y a golpe de clic una biografía del autor. Para asegurar, probamos con la Mona Lisa y efectivamente, también la reconoce. Estamos en racha.

Suspenso en arte contemporáneo

Pero la racha dura poco. Animados por las imágenes que aparecen en la web de la aplicación, visitamos a Van Gogh. Qué más conocido que sus Girasoles. Pues para Smartify desconocimiento absoluto. ¿Y Dalí? Sus relojes blandos son míticos. Silencio de nuevo. Volvemos a intentar asegurar el tiro. Con Picasso, el pintor más importante del siglo XX. Probamos con Las Señoritas de Avignon. Ya estamos preparados para una larga explicación sobre la obra fundacional del cubismo… que no se produce. Quizá hayamos pecado de optimistas. A ver el Guernica. Esta tiene que reconocerla sí o sí. Pues no. Hemos seguido con el arte más contemporáneo. (Warhol, Lichtestein), pero mejor no vamos a valorar el resultado. En definitiva, sabemos que la aplicación mejorará. Que dentro de unos meses será capaz de reconocer muchas más obras. Que realmente funcionará como Shazam, con la que todos nos hemos apresurado a compararla. Porque realmente la idea es muy buena. Pero de momento la utilidad de una aplicación que nos dice el nombre de cuadros que ya conocemos, se nos escapa.