¿Cabeza como un bombo en el trabajo? ¿Problemas para pensar? ¿Dificultades para dormir al llegar a casa? Los motivos pueden ser múltiples, pero se incluye las malas condiciones del edificio de trabajo. Hay, sin embargo, edificios llamados "verdes" o de bajo impacto ambiental que son también, además de buenos para el clima y la tierra, beneficiosos para la salud de los trabajadores. Las personas que en ellos muestran una función cognitiva superior en comparación con sus colegas en otros edificios de alto rendimiento que no tenían un certificado ambiental. Y esta habilidad cognitiva se manifiesta en una mayor capacidad para pensar y planificar. Así lo ha revelado un estudio de la Escuela de Salud Pública T.H Chan de Harvard, en Estados Unidos. Los arquitectos se muestran cada vez más concernidos por el impacto de los edificios sobre el medio ambiente, pero éste es el primer estudio que muestra cómo el espacio afecta no sólo nuestra salud sino también nuestro cerebro. Así, el estudio habla del "síndrome del edificio enfermo", un término que apareció en los años 80, cuando los edificios comenzaron a volverse más herméticos y se redujo la cantidad que entraba aire fresco. Las consecuencias de ese tipo de edificios serían, según la mencionada investigación, irritación de los ojos, nariz y garganta, dolor de cabeza, erupciones cutáneas y problemas respiratorios, que aparecen después de pasar horas en un espacio cerrado y que incluyen

Cómo mejorarlos

Para mejorar nuestras estancia en los edificios, se recomienda mejorar la ventilación, aumentando la cantidad de aire limpio y fresco que circule por el espacio cerrado. Reducir la presencia de sustancias químicas, es decir, elegir materiales y muebles que tengan bajo contenido de compuestos orgánicos volátiles. Y además, es importante mantener una temperatura consistente a lo largo del día, permitir la entrada de luz natural, proteger el ambiente de los ruidos de la calle y minimizar los ruidos interiores, como los producidos por maquinaria. Y también limpiar las superficies regularmente para impedir la acumulación de polvo.