Vamos por muy buen camino. Parece que estamos muy cerca de conseguirlo. No ha sido fácil. Se han necesitado muchos esfuerzos. Muchas personas implicadas. Durante mucho tiempo. Pero ya se ve el final. Estamos a punto de lograr pasar a la historia como los responsables de la sexta extinción masiva de animales en la Tierra.

A la altura de las estrellas

Ojo, que eso significa mucho. Si poner un hombre en la Luna te parece un gran logro, imagina conseguir algo que, antes, solo había sido posible por drásticos cambios climáticos globales, explosiones volcánicas generalizadas en todo el planeta y la caída de un enorme meteorito. Es decir, estamos ya el mismo plano que los grandes cataclismos. Ahí, el simple y frágil ser humano a la altura de los volcanes y las rocas interesterales cayendo a la velocidad del sonido. Casi nada. Un grupo de naturalistas de la Universidad de Stanford acaba de certificarlo. Efectivamente, la sexta extinción masiva de animales sobre el planeta Tierra está en marcha. Todo como producto de una labor continua. Por ejemplo, hemos eliminado dos especies de vertebrados cada año. Dos cada año puede no parecer mucho, pero claro, es que son dos distintas cada año.

Constancia en la extinción

Así, poco a poco, pero con gran constancia, nos hemos cargado el 41 por ciento de los anfibios y el 26 de los mamíferos en cinco décadas. Sin contar con el porcentaje de especies que no han desaparecido pero cuyo número de ejemplares garantiza que lo conseguiremos muy pronto. Por ejemplo, la cantidad de integrantes del 40 por ciento de los mamíferos que quedan ha descendido en un 80 por ciento desde 1990 hasta hoy. Para alcanzar estos números tan impresionantes ha sido necesario desarrollar una serie combinada de estrategias. Por supuesto, la caza indiscriminada. Pero también la deforestación, la destrucción sistemática de hábitats, la contaminación de suelos, ríos y mares, la introducción de especies invasoras. Desde luego por falta de empeño e imaginación no ha sido. Ahora solo nos queda comprobar una cosa. ¿Qué pasará con nosotros mismos cuando seamos la única especie animal rampante en este planeta? Pero tranquilos. A este ritmo, lo vamos a descubrir muy pronto.