Seis milenios con vegetación en un desierto, el del Sáhara (hace entre 5.000 y 11.000 años). Parecerá sorprendente, pero en esa región del planeta llovía 10 veces más que en la actualidad, según un análisis de sedimentos marinos llevado a cabo por tres investigadores (Jessica Tierney, de la Universidad de Arizona; Peter deMenocal, del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia; y Francesco Pausata, de la Universidad de Estocolmo), que han publicado su estudio en la revista Science Advances. Así las cosas, a aquel periodo se le conoce como ‘Sáhara Verde’. Y es que ya se ha hablado de él en otras investigaciones, aunque Tierney y sus colegas han sido pioneros en recopilar un registro continuo de las precipitaciones de la región durante los últimos 25.000 años. Se sabía que el Sáhara fue más frondoso en el pasado, pero no cuánto de húmedo, según Tierney. Y con estas características, el actual desierto del Sáhara servía entonces de hogar de humanos cazadores-recolectores que se ganaban la vida hace entre 5.000 y 11.000 años con los animales y las plantas que vivían en las sabanas y los pastizales boscosos de la región.

Ocupado por hombres

Tierney y sus colegas estudiaron núcleos de sedimentos marinos extraídos de la costa de África Occidental en cuatro lugares diferentes y a una distancia de 1.300 kilómetros, desde el cabo de Ghir (Marruecos) hasta el noroeste de Mauritania, los cuales revelan tanto los patrones antiguos de precipitación como la extensión del 'Sáhara Verde'. La evidencia arqueológica muestra que los seres humanos ocuparon gran parte del Sáhara durante ese periodo húmedo, pero abandonaron la región durante un milenio hace unos 8.000 años, a mediados del 'Sáhara Verde'. Al analizar la cera de las hojas de los antiguos sedimentos marinos, los científicos determinaron los patrones de lluvia pasados de la región y también reunieron pistas sobre qué tipos de plantas estaban creciendo. El equipo también quería saber si las condiciones en la tierra interactuaron con la atmósfera y afectaron al clima porque la mayoría de los actuales modelos climáticos no simula el período del 'Sáhara Verde'. La cantidad de radiación solar que recibe la Tierra durante el verano en el hemisferio norte depende cuándo el 'bamboleo' de la Tierra, conocido como precesión, está en su ciclo de 23.000 años. Al comienzo del 'Sáhara Verde', el hemisferio norte estaba más cerca del sol durante el verano. Los estíos más cálidos fortalecieron el monzón de África occidental y produjeron más lluvia. Hacia el final del 'Sáhara Verde', el hemisferio norte estaba más alejado del sol y el monzón de África occidental era más débil. Tierney apunta que hay una retroalimentación entre la vegetación, el polvo y las lluvias. Actualmente, el desierto del Sáhara es la mayor fuente de polvo del planeta, pero un Sáhara con vegetación produciría mucho menos polvo.