¡Feliz Navidad! Disfrutad de la época del amor, de los buenos sentimientos, los regalos y las comilonas. Esas fiestas en las que celebramos el nacimiento de Jesús hace 2017 años. Pero, ¿realmente celebramos eso?

"Io, saturnalia"

Aunque a veces se pase por alto, la religión cristina, como todas las que han existido, ha tomado tradiciones de otras creencias y culturas para ir configurando sus propias liturgias. Este sincretismo ha llegado hasta nuestros días, adaptándose a los tiempos. En cuanto a la Navidad, la teoría más aceptada es que es la traslación de la fiesta romana de las saturnales. Esta era la celebración más importante de la Roma antigua. Cuando todo se igualaba y los ciudadanos se dedicaban a comer, beber y regalar. ¿Os suena?
Las saturnales tenían lugar en la tercera semana de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno.
El día más corto del año era el momento en el que todos se juntaban para gritar “Io, saturnalia”, una especie de ¡feliz Navidad! de la época contemporánea al nacimiento de Jesús.

Los reyes, los niños

Como en nuestros días, eran días en las que las escuelas y comercios cesaban su actividad y las casas y calles se decoraban con motivos especiales. Incluso los conflictos bélicos se detenían.
El tiempo libre se empleaba en reuniones familiares y de amigos en las que corría el vino y las viandas. En estos encuentros se intercambiaban regalos, normalmente de poco valor.
Uno de los aspectos más sorprendentes a nuestros ojos era la tradición de alterar lo roles. Los esclavos podían ordenar a los amos y los niños pasaban a ser los gobernantes. Bueno, bien pensado esto último no es tan distinto a hoy en día, cuando los más pequeños son el centro de atenciones, especialmente en Navidad.