Se llama Whanganui, y ahora es una “persona jurídica”, y por tanto tiene derechos y obligaciones, los mismos derechos que una persona. Es un caso pionero esto de que se conceda este estatus legal a un río, el tercero más grande de Nueva Zelanda y el primero navegable, situado al sur de la Isla Norte y que desemboca en el Mar de Tasmania. Y lo ha concedido el parlamento de este país tras la lucha de más de 160 años de la tribu maorí de los Whanganui, en la Isla Norte, por que sea reconocido como uno de sus antepasados, esto es, como una entidad viva. La decisión se toma tomando en cuenta precedentes legales occidentales y la historia y la cultura del pueblo maorí. En torno a estas aguas se concentra la mayor cantidad de aborígenes desde la llegada de los europeos.

Deporte vs pesca

Desde principios del siglo XX, este ha sido uno de los principales atractivos turísticos del país. Además de recibir la veneración de los aborígenes, en sus aguas se practican deportes como el kayak y el rafting, ya que cuenta con más de 200 rápidos, lo que perjudica a la pesca de anguilas tradicional en los nativos. El nuevo reconocimiento le permitirá a este río ser representado en cualquier procedimiento legal por un miembro de la tribu de los Whanganui y un delegado del Estado. Si alguien abusa o perjudica al río, deberá ajustar cuentas con la ley, que ahora no distingue entre perjudicar a la tribu o perjudicar al río, porque ambos se consideran uno.