A Donald Trump le siguen creciendo los rivales. El último, el MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York)  ha decidido exponer, en la zona de su colección permanente, los trabajos de artistas musulmanes, como protesta contra el decreto del presidente de Estados Unidos que prohíbe la entrada de ciudadanos de siete países islámicos (Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen). Así, la muestra comprende obras del pintor Ibrahim el Salahi, de Sudán; de la arquitecta Zaha Hahid, iraquí; de la videoartista Tala Madani, iraní; del escultor Parviz Tahavoli,, de Irán; o del dibujante Charles Hossein Zenderouidi y la fotógrafa Shirano Shahbazi, también iraníes, nacionalidad que, por cierto, ha sido de las más atacadas por Trump. Obras a las que se suma una escultura ubicada en el patio del museo del artista norteamericano Siah Armajani, de origen iraní.

Ideales de acogida y libertad

Para instalar estas obras, el museo neoyorkino desmontó otras de artistas como Pablo Picasso, Henri Matisse y Francis Picabia, y debajo de cada una de ellas ha ubicado un cartel que dice: “Esta obra es de un artista de un país a cuyos ciudadanos se les niega la entrada a Estados Unidos, de acuerdo con una orden ejecutiva presidencial dictada el 27 de enero de 2017. Esta es una de las muchas obras de arte de la colección del museo instalada a lo largo de las galerías de la quinta planta para expresar los ideales de acogida y libertad tan vitales para este museo como lo son para los Estados Unidos”. La dirección del museo ha expresado que la muestra es resultado de la independencia ideológica del centro, que no es público ni tiene vinculación gubernamental alguna, y subraya su vocación de servir de espacio donde los artistas pueden expresar sus ideas, incluso creaciones artísticas individuales que expresen postulados políticos para enfrentarse al mundo real.