Durante décadas, hasta los años 90, se produjo en España, sobre todo en Bizkaia, Huesca y Pontevedra, y ahora pagamos las consecuencias, la estela que dejó, una carga tóxica y contaminante muy difícil de gestionar. Por cada tonelada de producto, se generaban entre 6 y 10 toneladas de residuos. Hablamos del lindano, el isómero gamma del hexclorociclohexano, un insecticida tóxico prohibido en la UE desde 2008.

Acción europea

Miles de toneladas de residuos que conectan hidrológicamente con ríos como el Galligo, vertidos realizados en puntos aún por descubrir de la Península Ibérica. La ONG Ecologistas en Acción lleva varios años trabajando con otras organizaciones para elevar el problema a instancias europeas. De hecho, fue el Parlamento Europeo el encargado de un estudio en 2016 que ha señalado al lindano como un problema estructural también en otros países de Europa, donde la producción de esta sustancia dejó una huella ambiental que aún perdura. Ahora, Ecologistas en Acción  ha elaborado un informe, que se entregará al Gobierno de España, sobre los emplazamientos de toda España donde existen residuos de lindano. El estudio, denominado Crónica de un envenenamiento persistente y silencioso, recoge los puntos donde se fabricó esta sustancia, y también aquellos en los que se supone que se vertieron residuos.