En los tiempos de las obsolescencia programada, esta noticia tiene su importancia. Suele decirte que el hombre llegó a la Luna con un ordenador mil veces menos potente que tu móvil. Pero no te dicen que los aparatos lanzados aguanta décadas y tu teléfono no pasa de los dos años. Mira si no la Voyager 1.

40 años en el espacio

La misión Voyager 1 acaba de cumplir 40 años. Quizá sea la primera misión espacial romántica. Lógico si tenemos e cuenta que tras ella estaba Carl Sagan, aquella especie de mezcla entre astrofísico, filósofo y divulgador. El objetivo real era estudiar los planetas gigantes de nuestro Sistema Solar. Con ese motivo, la sonda espacial fue lanzada desde Cabo Cañaveral en 5 de septiembre de 1977. Y cuarenta años después, continua su misión. Ya hace mucho que dejó atrás Júpiter y Saturno. En 2012, fue el primer ingenio humano que abandonaba la heliopausa y entraba en el espacio interestelar. Y aún sigue funcionando como el primer momento, aunque cualquier día, un viento solar u otra amenaza exterior lo convierta en chatarra.

17.000 años

En contra de lo que suele afirmarse, todavía le queda un poco, unos 17.000 años, para cruzar la nube de Oort y salir definitivamente del Sistema Solar. Pero todo eso da igual. La Voyager 1 sigue firme, tenaz, haciendo su camino y comunicándose con la Tierra de cuando en cuando. Y en esas ocasiones, nos muestra imágenes que, en manos de un poeta como Sagan, pueden producir momentos tan intensos como el famoso Punto Azul Pálido. Y además, sigue siendo nuestra única esperanza de llegar a otros mundos. De que algún día, un extraterrestre rescate el disco de oro que lleva adherido a su carrocería. Y sea capaz de descifrar los mensajes y las imágenes sobre nosotros que lleva impreso. No hay prisa. El tiempo no es un problema para la Voyager 1.