Hay cosas que mejor ensayarlas bien no vaya a ser que fallen cuando llega el momento decisivo. Es algo que se saben bien los actores. Pero si en lugar de representación teatral lo que está en juego es la vida sobre la Tierra, entonces ya es mucho más relevante tenerlo todo bien probado.

Impactador cinético

Es el pensamiento que hay detrás de uno de los proyectos de la NASA. La agencia espacial norteamericana prevé cambiar la trayectoria de un asteroide, solo por probar. No es que el meteorito vaya a impactar con el planeta. Pero quieren saber si sus desarrollos con este objetivo serían efectivos cuando llegue el momento de la verdad. El proyecto se denomina DART (Prueba de Redireccionamiento del Asteroide Doble). En contra de lo que nos han explicado en alguna peli, la idea es cambiar la trayectoria del cuerpo con un impacto sobre su superficie. Es lo que se llama impactador cinético. Este impacto rompería la roca y liberaría parte de su contenido. Esta liberación impulsaría al asteroide en dirección contraria.

Asteroides de prueba

El elegido es el sistema binario Dydimos. Se trata de un grupo de dos asteroides que circulan girando uno sobre otro. El mayor tiene unos 780 metros de ancho. Didymos B unos 160 metros. Este último será el objetivo. Cuando más cerca esté de la Tierra, allá por 2021, la NASA lanzará un su ingenio sobra la roca. Tras el impacto, los científicos quieren evaluar la variación de la órbita de Didymos B sobre Didymos A. Y a partir de ahí, establecer conclusiones sobre la efectividad de la idea. Sobre los cambios posibles o el grado de impacto necesario en función del tamaño y composición del posible asteroide amenazante. Y así, si algún día la cosa se pone serie y un cuerpo celeste amenaza la vida sobre la Tierra, se supone que en la NASA habrá sacado conclusiones y sabrán qué hacer. Porque hay situaciones en la que es mejor no improvisar.