Cuando pensamos en las actividades humanas que están afectando al Amazonas pensamos en la tala indiscriminada de árboles y en las prácticas agrícolas y ganaderas. Y sí, son ampliamente responsables de la situación del pulmón global americano. Pero hay otro factor, menos recurrente, pero que también tiene un importante impacto: la minería.

Datos de satélite

Según un estudio reciente, las actividades relacionadas con la explotación minera de los recursos del subsuelo amazónico son los responsables de al menos el 10% de la deforestación de esta selva. Este nuevo análisis ajusta un porcentaje que hasta el momento se pensaba que no superaba el 2%. Pero no hay duda. Desde 2005 a 2015 una de cada diez hectáreas perdidas del Amazonas han sido a causa de la minería. Esto significa que en esa década se han perdido nada menos que 11.670 kilómetros cuadrados de selva como consecuencia de las actividades extractivas. Para establecerse este nuevo cálculo se han utilizado imágenes y datos obtenidos por satélite. Gracias a esta tecnología se ha podido establecer un cálculo más ajustado. Además se han tenido en cuenta la afectación de las zonas cercanas a las minas y las vías de transporte.

No solo minas

Porque las explotaciones mineras también implican la tala de árboles para la creación de pistas, aeródromos y edificios para los operarios. Esto significa que en muchos casos, la afectación de las minas en cuanto a deforestación se realizan a mucha distancia de las minas. Y hay un último factor relacionado con la minería que está afectando a la situación del Amazonas. La construcción de presas en los ríos afluentes. Estos embalses se utilizan como centrales hidroeléctricas que generan energía para las explotaciones mineras. Hasta el momento tampoco se habían relacionado con la extracción cuando se calculaba su impacto en la deforestación.