Asociamos la lluvia con la vida. Y tiene lógica. Que de pronto caiga agua del cielo que riegue los campos, limpie la atmósfera y llene nuestros envalses es algo que siempre relacionamos con la bonanza. Y bueno, sí, es así. Pero también son vida las bacterias que nos causan enfermedades. Y ahora han descubierto una relación entre lluvia y enfermedades.

Olor a tierra mojada

Científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han estudiado cómo las gotas de lluvia influyen en la propagación de las bacterias. Ya conocíamos que, las gotas al caer liberan aerosoles. Es lo que comúnmente llamamos “olor a tierra mojada” que a todos nos encanta. Ahora en el MIT ha definido también cómo estas mismas gotas hacen saltar literalmente a las bacterias. Al caer el suelo, las gotas capturan las bacterias que se encuentran en ese lugar. En el golpe contra el terreno, se forman burbujas en el agua. Estas burbujas suben rápidamente a la superficie y allí estallan. Ese impulso lanza las bacterias al aire.

Una relación conocida

Después, el viento u otras gotas de lluvia pueden desplazar a las bacterias a lugares más alejado. De esta manera, la lluvia contribuye a la propagación de las bacterias y, por lo tanto, de ciertas enfermedades. Así, ya antes de las conclusiones de este estudio se había relacionado contagios de enfermedades infecciosas como la melioidosis con las fuertes lluvias. Los patrones estadísticos indicaban esta relación. Para llegar a estas conclusiones, los expertos del MIT grabaron la caída de las gotas de lluvia con cámaras de reproducción superlenta. De este modo comprobaron cómo una sola gota de lluvia puede lanzar un 0,01 por ciento de bacterias al aire. Y cómo estos microorganismos pueden sobrevivir durante horas en el aire. El resultado no solo tiene implicaciones relacionadas con la lluvia. También apunta a los sistemas agrícolas de riego que pueden expandir de la misma forma tanto microorganismos beneficiosos con ciertos patógenos. [embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=F14j8x6eMiQ[/embedyt]