El mundo actual se mueve entre grandes y graves paradojas. Pero la más desoladora es que en plena era de la superproducción de alimentos, haya gente que aún pasa hambre. Y no es una cuestión entre países ricos y pobres. Es algo que también sucede dentro de las propias naciones superdesarrolladas. Ahora lo acabamos de ver en la ciudad española de Valencia.

Nueva nevera solidaria en Valencia

En esta ciudad ha sido la última en unirse al proyecto Nevera Solidaria. Bajo el lema “la comida no es basura”, se ha creado una red que recoge excedentes de comida. La reciben de restaurantes, tiendas o comedores colectivos como los de las universidades. Esta comida en buen estado, que de otro modo acabaría en la basura, se envasa y pone a disposición de quien lo necesite. De hecho, la nevera solidaria de Valencia se ha ubicado en las puertas de la residencia universitaria Galileo Galilei.

4.500 raciones de comida

Desde su instalación, la nevera solidaria de la residencia ha repartido nada menos que 4.500 raciones de comida en nueve meses. Estas raciones han salido de los excedentes que produce el comedor del centro, en el que se sirven más de 4.000 menús diarios. Además de aportar la comida, esta institución corre con todos los gastos derivados de su instalación y mantenimiento. La aportación de la nevera solidaria valenciana ha sido la de establecer una máquina de vending. Es decir, una máquina autónoma donde todo el que lo necesite puede obtener su ración de comida con anonimato y facilidad. El círculo de solidaridad lo han completado otras dos empresas que han aportado, de modo gratuito, los envases e incluso la fabricación de la máquina en la que se sirven las comidas. Este último aspecto es esencial, pues se trata de garantizar la calidad y seguridad alimentaria de las comidas que se ofrecen. Mantener las normas higiénico-sanitarias y preservar la cadena de frío.