Te advertimos. No leas este artículo si eres sensible o acabas de comer. Son las cosas que ocurren cuando pensamos que el retrete es un cubo de basura y tiramos por él toda clase de cosas. A nuestra vista desaparecen, pero a algún sitio van a dar. Y en Londres lo acaban de descubrir. Todos eso que tiramos por el inodoro se convierte en un monstruo asqueroso.

10 toneladas de pañales

Y de todos los monstruos repugnantes, Fatberg se lleva la palma. Fatberg es una masa informe de 250 metros de largo y prácticamente 10 toneladas de peso. Vive en las cloacas de la capital británica y hasta su descubrimiento crecía día a día. ¿De qué se alimentaba Farberg? Pues de toallitas húmedas, pañales, aceite, restos orgánicos de alimentos, preservativos, papel y grasa. Todo bien empapado por el agua que discurre por las cañerías londinenses. No se sabe desde hace cuánto tiempo ha estado alimentándose de los peores restos que los habitantes de la ciudad tiran en sus baños. Y creciendo y creciendo. Ahora llega la hora de eliminar a Fatberg. Y no será fácil. Aunque en sus capas externas es un ser blando, en su interior es duro como el pedernal. Según los expertos que tendrán que enfrentarse a semejante marranada gigantesca, la limpieza durará semanas sino meses.

Final feliz

Fatberg es el ejemplo de lo que ocurre cuando no tenemos en cuenta la necesidad de separar y tirar adecuadamente los desechos. Las toallitas húmedas, aunque las empleemos como papel higiénico, no se degradan como la celulosa. Todo lo contrario. Se mantienen intactas y acabar creando enormes redes que atrapan otros elementos. Estas redes, unidas con grasas y otros elementos se solidifican hasta alcanzar la dureza del mármol. Lo mejor de todo es que la conciencia ecológica que no lucen los que causan estos enormes atascos, sí puede verse al final del proceso. La empresa asignada para eliminar el atasco asegura que los restos de Fartberg podrán ser utilizados como biocombustibles.