Durante décadas nos han dicho que el sexo en publicidad servía para vender más. Especialmente cuando se utilizan imágenes sensuales de mujeres. El feminismo lucha sin descanso contra esa técnica que cosifica y denigra a la mujer especialmente, aunque también haya casos de utilización del cuerpo masculino.
Pues bien, si el nuevo estudio, que analiza otros 80 estudios sobre publicidad, es cierto, las marcas no tienen ya ni que preocuparse por la disyuntiva moral en el uso del sexo para vender. Simplemente, el sexo no vende.

Recordar una marca no siempre es querer comprarla

Tras el análisis de 80 estudios publicitarios publicados dirante más de treinta años, los investigadores de la Universidad de Illinois encontraron que la gente recuerda los anuncios con apelaciones sexuales más que los que no tienen, pero ese efecto no se extiende a las marcas o productos que aparecen en los anuncios. Es más, su investigación descubrió que no sólo los participantes del estudio no eran más propensos a recordar las marcas que aparecen en los anuncios con apelaciones sexuales, sino que tenían más probabilidades de tener una actitud negativa hacia esas marcas. Los participantes tampoco mostraron mayor interés en hacer una compra. "Encontramos un efecto literalmente nulo en la intención de los participantes de comprar productos en anuncios con un atractivo sexual", dijo John Wirtz, autor principal de la investigación. "Esta suposición de que el sexo vende… pues no, según nuestro estudio, no lo hace. No hay indicación de que haya un efecto positivo".

El desnudo en publicidad tampoco vende

Como se definió en la investigación, los mensajes sexuales incluían modelos que estaban parcial o totalmente desnudos; modelos que estaban involucrados en el contacto sexual o en posiciones que sugerían un encuentro sexual inminente; insinuaciones sexuales; y lo que se confunde con publicidad subliminal que son palabras parcialmente ocultas o imágenes que comunican un mensaje sexual.

El sexo no vende, pero interesa

Resulta curioso que lo que tanto atrae la atención del público luego no sea compartido y hasta intentemos olvidarlo de forma culpable. A los resultados de este estudio podemos añadir una experiencia propia.
Los artículos más vistos en Leequid, y los que más tráfico reciben desde buscadores, son precisamente los que hablan de sexo.
Pero, lo curioso, es que uno de los que más visitas recibe que se titula “Cómo hacer bien el amor a un hombre o una mujer” es a la vez uno de los menos compartidos. ¿Nos a vergüenza? ¿No queremos ser delatados? Imaginamos, a la vista del estudio citado, que aunque el sexo le guste hasta a tu madre, lo consideramos algo privado aún. En cualquier caso, si quieres leer el estudio completo, está disponible on line: The effect of exposure to sexual appeals in advertisements on memory, attitude, and purchase intention: a meta-analytic review