Como suele ocurrir, este asunto sigue abierto al debate. ¿Quién fue el creador del rocanrol? Prácticamente hay un teoría para cada crítico. Pero la realidad es que si pensamos más que en el inventor, en quién lo popularizó, solo hay una respuesta posible: Elvis.

El líder de una revolución

El 16 de agosto de 1977, Elvis Presley era una bomba de relojería. Sobre sus ya anchas espaldas cargaba el peso de una revolución. Quizá sin querer había cambiado el orden social emanado de la Segunda Guerra Mundial. Una respuesta en la que los jóvenes, hartos de ser carne de cañón para contiendas globales y atroces, decidieron dar una respuesta festiva y hedonista. Él mismo había pasado por todas las fases. Desde el escándalo que provocaron sus primeras apariciones y la incomprensión del público más adulto a convertirse en uno de los más afines colaboradores del presidente Nixon. Por el camino se había convertido en El Rey. Puede que otras empezaran antes, como Chuck Berry. Puede que otras personificaran mejor la respuesta juvenil, como Jerry Lee Lewis. Pero él tenía el carácter, el atractivo y el puñado de canciones definitiva para alzarse con el trono.

De la nada al trono

Así se labró una carrera intensa de poco más de dos décadas. Veinte años en los que pasó de ser un chaval pueblerino más a convertirse en la primera estrella global del rock. A iniciar un camino desconocido que después han recorrido todos los grandes. Pero él fue el primero. Demasiado. Tanto que marcó otro hito en la historia de la música popular. El de coquetear con las drogas, o más que coquetear, enamorarse de ellas. En su caso todas legales, pero el desconocimiento de los efectos en aquella época no ayudó. Por eso un día de hace ahora cuarenta años su cuerpo, su corazón dijo basta. Murió el hombre y nació la leyenda. Quizá no dejó el cadáver más bonito posible, pero dejó vacío un trono que nunca más podrá volver a ocuparse.