La situación de los orangutanes en libertad es desesperada. Tanto que una de sus últimas esperanzas es la reproducción en entornos controlados como los zoos. El problema es que las hembras orangután resultan muy exquisitas a la hora de elegir pareja.

El precedente humano

Así que en un zoo de Holanda han creado una ingeniosa iniciativa. Bueno, ingeniosa quizá no sea la palabra, dado que es un método con eficacia probada. Al menos entre los humanos. Lo que han hecho es crear una especie de Tinder para primates. En el centro Apenheul, especializado en primates, han diseñado un programa informático para que la exigente Samboja selecciones candidato. Para ello han cargado de varios machos de diferentes proyectos de reproducción de la especie en cautividad. Se supone que serán fotos en las que los machos salgan en poses favorecedoras, ducksfaces y todo eso.

Eligiendo al orangután perfecto

Samboja puede ir eligiendo o descartando pretendientes a la manera habitual. El programa se ha instalado en una tablet, lógicamente reforzada con una carcasa de acero. A Samboja le basta con tocar la pantalla cuando algún orangután macho le hace tilín. Y tiene más posibilidades que los usuarios humanos de Tinder. Porque si la popular aplicación de ligue circunscribe a los candidatos por el rango de proximidad, a Samboja le ofrecen machos de todo el mundo. Si alguno de los elegidos está en la otra parte del mundo, el zoo correrá con los gastos de traslado.

La primera cita

Pero claro, una cosas son las fotos y otra la realidad. Eso se lo podríamos haber dicho cualquiera a Samboja. Los biólogos esperan que cuando Samboja vea en carne mortal a los machos que ha elegido en la aplicación no se sienta decepcionada. Porque en ese momento entran en juego otros factores, como el olor o el tamaño. El tamaño del primate, queremos decir.