Hemos cambiado la hora recientemente, y algunos se quejan de la falta de sueño. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que un adulto debe dormir entre 7 y 8 horas para mantener un buen estado físico, emocional y mental, aunque la calidad del sueño también ha de ser buena, éste ha de ser profundo.

No se conocen los beneficios de dormir

Ni en animales ni en seres humanos se ha llegado a descubrir la necesidad de dormir. Sin embargo,  sí se ha visto que no dormir produce efectos negativos. ¿Qué consecuencias tiene trasnochar habitualmente? Varios estudios recientes, como los los estudios de neuroimagen de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) o la Universidad de Upsala, en Suecia, señalan que, para empezar, nos concentramos peor. Estamos más dispersos, y ellos se debe a que la falta de sueño disminuye la actividad en las neuronas de la corteza prefrontal, y la velocidad de reacción de nuestra materia gris también se reduce sustancialmente, según un estudio publicado por la revista Sleep, que, tras analizar los hábitos a la hora de dormir de 1.741 hombres y mujeres, ha concluido que quienes dormían menos de seis horas tenían un mayor riesgo de morir y, tan solo después de una noche, presentaban pérdida de parte del tejido cerebral. Además, no pegando ojo se puede elevar nuestra presión arterial e irritabilidad –y más reacciones y emociones descontroladas-, ansiedad y cansancio –lo que puede originar necesidad y ansía de azúcar-,  y causar modificaciones en más de 700 genes.

Consecuencias a largo plazo

Además, a largo plazo, pueden surgir enfermedades de gravedad variable. Están las alteraciones psicológicas o psiquiátricas como la ansiedad, depresión, cambio de carácter, alteración de la personalidad o cambios en la conducta alimentaria. Menos frecuentes pero más importantes son las alteraciones neurológicas como la pérdida de memoria, infartos cerebrales o cardiovasculares. Además, se pueden producir trastornos endocrinos.