Malditas moscas. Qué molestas pueden llegar a ser. Revoloteando a nuestro alrededor. Estropeando una tarde en el campo o un rato en la terraza de un bar. Pero es mucho peor cuando se posan. Cuando se posan pueden ser directamente perjudiciales para nuestra salud.

Bacterias y moscas

Así lo acaba de certificar un estudio publicado por Nature. Según este análisis, las moscas comunes son un vector esencial en la expansión de microorganismos bacterianos nocivos. Un equipo con investigadores de varios países han analizado las bacterias que transportan moscas y moscardones en tres continentes y distintos entornos. En muchos de los insectos analizados han detectado centenares de especies distintas de microorganismos causantes de diferentes patologías. Una de estas bacterias es la conocida Helicobacter pylori, que causa úlceras de estómago y eventualmente cáncer de estómago. Hasta ahora se sabía que esta bacteria se transmitía a través del agua y alimentos contaminados. Ahora sabemos que hay un tercer vector de contagio: las moscas.

De los excrementos a las aceitunas

Los expertos aseguran que las moscas que viven en las ciudades tienen más carga bacteriana que las que vuelan por el campo o merodean por lo establos. Y que esta carga reside sobre todo en sus patas. Es de esta manera cómo van propagando las bacterias, posándose de un lugar a otro. Y estos lugares son fácilmente imaginables. Las moscas son los primeros insectos que llegar a alimentos en descomposición, cadáveres animales o excrementos. Desde ahí, volando, propagan a toda velocidad estas bacterias cuando se posan, por ejemplo, en las aceitunas de nuestro aperitivo. Los científicos quieren hacer de este problema una ventaja. Estiman que si se capturan ejemplares de moscas en un área determinada, podría establecerse la posibilidad de expansión de un patología y acometer iniciativas de prevención que evitarán la propagación de la enfermedad.