Cada paso de un huracán se repiten las mismas imágenes en los informativos. Casas destrozadas, tejados desarmados, coches flotantes. Una insistencia en lo que son entornos humanos que tiene su lógica. Así las noticias son más impactantes, porque nos permiten relacionar la catástrofe con nuestra propia vida. Pero hay otro entorno gravemente afectado por estos desastres: la naturaleza. Cada huracán de grado 4 o 5 supone un fuerte impacto en el medio natural. Igual que los techos de las viviendas salen volando, árboles y plantas sufren la furia del viento. Ahora el Observatorio de la Tierra de la NASA ha puesto imágenes a este fenómeno. La agencia espacial norteamericana ha publicado una serie de imágenes tomadas por satélite que muestran el antes y el después del paso del huracán Irma por varias islas del Caribe. Lo más evidente de la serie de imágenes es el cambio de color. Cómo antes del paso del tifón, el verde predominaba en las islas. Y después, es el color marrón el que parece ocupar toda la superficie. El motivo de este fenómeno es doble. El primero es que la fuerza del viento arranca la vegetación baja característica de estas islas y deja al descubierto más tierra vacía. La segunda es que el viento deja a los árboles desprovistos de follaje y a través de las ramas desnudas se ve el suelo. En algunas de las imágenes de las Islas Vírgenes, por dónde Irma pasó el 6 de septiembre, se percibe que la vegetación no se ha visto tan afectada. Son las zonas protegidas por pequeñas cadenas montañosas más a resguardo del viento. Por el contrario, otras islas, como Barbuda, muestras una afectación mayor, dado que el huracán pasó por su superficie plana en el momento en el que mayor fuerza tenía. [caption id="attachment_12683" align="alignnone" width="550"] Fotos: NASA[/caption]