El otro día os comentábamos que los científicos son esos señores en bata, ocupadísimos en sus investigaciones que, claro, no llegan a casa y encienden la tele. Así que viven ajenos al hype de series que vivimos en la actualidad. Pues bien, admitimos que nos equivocábamos.

Lannisters en Houston

Porque al menos sí que hay un grupo de científicos que ven series de televisión. O al menos que son fanáticos de Juego de Tronos. Quién puede culparles si la mitad de la población esta igual. Otra cosa es que su devoción les lleve a ponerse a investigar y a publicar informes cuando menos peculiares. Qué pesar de los científicos expertos en clima de las universidades de Cardiff, Bristol y Southampton. De estos investigadores que, esperemos que en sus ratos libres, se han puesto a desarrollar modelos climáticos basados en Juego de Tronos. A establecer como serán las estaciones y las variaciones de temperatura en cada uno de los reinos que aparecen en la serie. Y ni cortos ni perezosos ha publicado sus resultados en un informe, un tanto disparatado, claro. Según sus datos, la tierra protegida de los Caminantes Blancos, el Muro, tiene un clima muy similar al de Laponia, mientras que Houston es la traducción terrestre del territorio de los populares Lannister, la Roca Casterly. [caption id="attachment_14466" align="alignnone" width="500"]Modelos climático de Juego de Tronos Imagen: @ClimateSamwell[/caption]

Dragones y cambio climático

Los expertos han tratado de encontrar una explicación a uno de los factores más raros de la serie, la gran duración de las diferentes estaciones. Según sus cálculos los largos inviernos se deben a una acusada variación del eje de rotación de la Tierra. La inclinación es tan acusada que un plano se expone al Sol mientras en el otro está ausente durante largas temporadas. Pero nuestra parte preferida del informe y quizá la más delirante es en la que calculan las implicaciones de la actividad de los dragones en el calentamiento global. Cómo sus bocanadas de fuego y consiguientes emisiones de gases de efectos influyen el aumento de las temperaturas. Incluso han calculado que este incremento sería de 2,1 grados.