Quizá en España no nos suene mucho, sobre todo porque la serie La vida en piezas no parece estar teniendo todo el recorrido que merece. Pero su país de origen, Estados Unidos, Zoe Lister-Jones es una primera espada como cómica y actriz. Ahora debuta como directora de cine con Band Aid, una película seleccionada a concurso en el Festival de Sundance, en la que también ejerce de guionista, productora, protagonista e, incluso, compositora de las canciones. Un título muy alineado con su estilo como actriz, con ese humor ácido y canalla con el que le encanta pisar charcos y tabúes. Aunque también tiene retazos de ese indie que, en muchos casos, ya hace tiempo que cruzó la frontera a lo comercial. Esta es una comedia planteada en tres actos, y el ritmo decae en el tercero, en especial en su resolución. Anna (Lister-Jones), una escritora fracasada que se gana la vida conduciendo un Uber, y Ben (Adam Pally), diseñador gráfico también a disgusto y apático por el tipo de encargos que recibe. Las frustraciones personales invaden también el ámbito de la pareja, que no ha podido superar un aborto. Y para intentar evitar sus problemas, huyendo de ayudas psicológicas, autoayudas y consejos transplantados desde la vida de una amigo, Anna y Ben deciden parir un peculiar proyecto musical conjunto: componer e interpretar canciones a partir de cada una de sus peleas. Así, la pareja no solo satisface sus pulsiones artísticas y sus pasiones creativas, también mejoran su relación de pareja entendiendo que es cosa de dos. Una película fresca y entretenida, directa y muy sincera. Saca mucho partido a pocos elementos y lanza, envueltos en comedia, temas relevantes sin gravedad, pero con reflexión. Con dos actores que saben dotar a sus personajes de un tono desenfadado y realista, que tienen la grandeza de represetnar un  retrato generacional. https://www.youtube.com/watch?v=TZoNcq49zUY