Son tierras sin dueño, pero de las que todos quieren adueñarse. Y si alguien podría reclamar ser el dueño legítimo es quien lleva allí desde hace generaciones. Sin embargo, los indígenas del Amazonas son cada vez más frágiles. No solo se cierne sobre ellos le pérdida del hábitat que les ha garantizado el sustento durante siglos. También se cierne sobre ellos el peligro de ser asesinados tal y como informa New York Times.

Asesinados por mineros

Así ha ocurrido con 10 miembros de una tribu amazónica que se mantenía aislada del contacto con la civilización. Con la civilización entendida como el sistema de vida occidental, no como la forma de convivencia justa y ecuánime. Al parecer, la decena de miembros de la tribu recogían huevos de aves en la orilla del río. Probablemente sin querer, se adentraron en el territorio de los mineros de oro de la zona. Allí se produjo el encuentro entre unos y otros. Los diez indígenas no tuvieron ninguna oportunidad con sus rudimentarias armas frente a los rifles de los mineros. Pero el suceso fue todavía peor. Las autoridades brasileñas comenzaron su investigación después de que los mineros se jactaran de su hazaña en un bar de la frontera con Colombia. La agencia brasileña para los indígenas, Funai, fue la que puso en alerta a la policía y jueces del país. Los asesinos no solo acabaron con los indígenas. Cortaron sus cuerpos y los tiraron al curso del río.

Defensa propia

Los mineros aseguran que fue un acto en defensa propia. Ha sido la única declaración que ha transcendido tras iniciarse la investigación. Una investigación complicada, dado lo complicado de acceder a la zona y las escasas posibilidades de conseguir declaraciones de los integrantes de tribus que han tenido contacto con personas de fuera del clan en contadísimas ocasiones. Además, se trata del segundo episodio similar que se ha producido este años. En febrero pasado, se informó de un incidente en el que un número no determinado de indígenas fueron asesinados en un caso que continua abierto y sin esclarecer.