Miramos al océanos y nos fascina la masa de agua ondulante. Le agradecemos lo que nos da y nos preocupa su estado. Pensamos en los ríos y lagos que nos dan de beber y deseamos que estén siempre así. Cómo reaccionaríamos si resultara que esa agua que vemos en la superficie de la Tierra es solo la mitad de la que encierra nuestro planeta.

Agua a 660 km de profundidad

Científicos de la Universidad de Bayreuth en Alemania aseguran haber hecho un descubrimiento sorprendente. Aseguran que bajo la corteza terrestre hay al menos la misma cantidad de agua que en los océanos. La afirmación se basa en estudios de minerales de la zona de transición del manto, entre 410 y 660 kilómetros bajo nuestros pies. Pero ojo, no empecemos a imaginarnos esos mares llenos de criaturas antediluvianas de la novela de Julio Verne. La mayoría está encerrada debajo de la corteza se encuentra incrustada dentro de la roca en forma de cristal o iones. En muy pocas ocasiones se encuentra en forma líquida.

Agua que se formó en la Tierra

El análisis de los investigadores alemanes viene a confirmar los estudios previos. Ya se había detectado rocas ricas en agua que habían aflorado tras una erupción volcánica. Otro equipo había llegado a la conclusión de que el agua encerrada en los minerales se formó en la Tierra. Es decir, que no vino en un cometa que se estrelló contra el planeta, una de las principales teorías sobre la llegada a la Tierra del líquido que forma nuestros mares. Las implicaciones del descubrimiento se relacionan directamente con la viscosidad de las capas del manto. Así, han descrito que la viscosidad de la zona de transición entre el manto superior y el inferior es menor que en esas dos zonas. Eso se debe a que esta zona de transición está zona de la corteza está saturada de agua.