Un nuevo aviso. Los científicos nos lo advierten cada vez que pueden. Poco a poco, en pequeños grupos, investigando y mostrándonos los resultados. Nos llaman la atención sobre el cambio climático y sus consecuencias sobre el planeta. O mejor dicho, sobre nuestra vida. Pero esta vez 15.364 científicos se han puesto de acuerdo para lanzar un último aviso.

Solo una advertencia se escuchó

Este es el especular número de especialistas en diversos campos que han firmado un texto que reclama acciones drásticas e inmediatas. El informe, liderado por William Ripple, de la universidad de Oregón, en Estados Unidos, denuncia la pasividad de los gobiernos, instituciones y ciudadanos ante la alarma climático. Se quejan de que la única vez que sus advertencias sirvieron de algo fue cuando nos señalaron a la capa de ozono. Pero ahora sus reclamaciones parecen caer en saco roto. Se quejan de que la sexta gran extinción, generada por los humanos, está acabando con gran parte de la biodiversidad terrestre. Y también aportan datos más concretos.

Malos datos

Desde 1992, el agua dulce, del que depende la supervivencia de todos los seres vivos del planeta, se ha reducido en un 26%. Las zonas muertas en los océanos han aumentado al 75%. Se han perdido 121 millones de hectáreas de bosque. Por el contrario la población humana sigue creciendo, concretamente en un 35%. Mientras, las especies animales siguen descendiendo. Un 29% en los últimos años. Los científicos anuncian que a este ritmo, las pérdidas en el planeta serán irreparables. Y peor, se producirá una reacción en cadena que ya hará inútil cualquier solución. El ejemplo lo encuentran en Australia. En esta enorme isla, la tala de árboles y los cultivos extensivos han acabado con gran parte de su biodiversidad. Solo Indonesia supera a este país en pérdida de hábitats naturales y con ellos especies animales y vegetales que ya nunca volverán a crecer en la Tierra.