Nochebuena y Navidad y tú sin pareja. Joven, entre los 16 y los 30, frente a una mesa llena de adultos que hicieron la EGB y que, en algún momento, se acordarán de ti (pero no en el buen sentido). Esperas, acercando poco a poco el vino al alcance de tu mano, a que llegue el momento en que tu tío cabroncete de unos 50 años gire su cabeza hacia ti y empiece con esas preguntas, esas que tan bien conoces, que solo te harán sentir incómoda. Y tendrás que contestarlas, pero ¿cómo?

Bueno, ¿Y el novio, qué?

Pueden ocurrir muchos escenarios frente a esta pregunta pero el peor de todos es que te hayan roto recientemente el corazón. Entonces, tienes que buscar la manera de mantener la compostura y contestar. O no, que se fastidie, y caes ahí mismo y que te escuche llorar y quejarte.

 

via GIPHY Personalmente, prefiero el sarcasmo. El sarcasmo y la ironía son siempre recursos estupendos a los que recurrir, al igual que ser vorazmente sincera.
  • ¿Novio? ¿Para qué? Si ya me acuesto con dos a la vez.

 

via GIPHY (Y puede que a tu tío le de un ataque pero... #sorrynotsorry)

¿Los estudios bien?

¿Realmente hay alguna persona universitaria que pueda sonreír tranquilamente desde el fondo de su corazón y contestar: bien? Eso son leyendas urbanas. Ya se sabe que en la universidad las cosas van como van y que los derrapes de último momento están a la orden del día. Pero aún así, no se lo vas a explicar a tu tío cabroncete cincuentañero con la coronilla clareada, le vas a decir que bien, muy bien mientras gritas en tu fuero interno.

 

via GIPHY

¿Has pensado en empezar a trabajar?

PUES CLARO QUE SÍ, PERO NO ES TAN FÁCIL. Probablemente, esto es lo que te gustaría gritar desde la base de tus pulmones en frente de todos tus familiares. Pero te tienes que contener: a ti misma y al pequeño ataque de ansiedad que s está asomado de detrás tus miedos. Es que vamos a ver, ¿a quién se le ocurre pedirle a un joven si quiere trabajar hoy en día? Si puedes, suelta una charla económica con términos muy complicados, confúndelos profundamente y suelta una bomba de humo para huir. Pero no aliementes a la bestia con la charla complicada, no vayas a sacar al cuñao que hay dentro de tu tío. Tal vez lo mejor sea decirle: Sí, pero no me llaman. Y ya te contestarán con palabras de ánimos, mientras escondes la lagrimilla que te resbala por la mejilla.

 

via GIPHY

Con esas pintas nadie te tomará en serio.

Aplicable a tatuajes, tintes, cortes diferentes y ropa no comprada en grandes plataformas comerciales. Siempre tocará aguantar la reprobación familiar de tu aspecto si decides salirte de la línea. Puedes optar por la via fácil y decir que el realidad tienes un cajón lleno de camisas de Pedro del Hierro o puedes tratar de explicarle que las apariencias en realidad no definen la seriedad de nadie, discurso del que se desconectaran rápidamente.

 

via GIPHY

Pues no tengo nada en contra, pero...

PELIGRO. Aquí viene uno de esos comentarios que probablemente hubieras preferido no escuchar jamás y, simplementes, vas a querer evitar hasta que se cambie definitivamente de tema. Y es que, como dije la semana pasada, las opiniones son complicadas. Siempre hay el típico tío que intentará ir de joven y querrá compartir contigo una opinión aparemente progresista pero que en verdad se aleja mucho de la realidad. Entonces, tras un momento de respiración profunda, lo más cómodo será simplemente darle la razón, sin entrar en un terrible debate que, como hemos dicho, despierte el cuñao que hay dentro de tu familiar.

 

via GIPHY Porque al final, lo que da realmente miedo es que salga la vena cuñao. En España, entendemos bien ese concepto, que básicamente recoge a toda aquella persona (mayoritariamente hombres) que cree ser superior porque sabe más que el resto, cuando en realidad andan equivocados; pero su "superioridad" les lleva a la obligación moral de compartir su inteligencia con los otros, para martirio de los que no sufrimos de cuñadismo. Al final, en Navidad lo que nos encontramos son a muchos familiares que creen tener una cierta superioridad moral sobre nosotros. Lo que lleva a situaciones desagradables.

 

via GIPHY Pero la juventud es fuerte. Siempre se encontrarán maneras de enfrentarse a estos adversarios: haciendo piña con los primos, asumiendo la realidad y poniéndo el modo automático, etc. Así que ánimo, colegas, que nos vamos a comer un buen rosco con nuestras familias pero, en el fondo, las navidades siguen siendo geniales.   Foto de Daniel Lono en CC en Flickr.