Es el sueño de Homer Simpson y, no nos engañemos, el de muchos otros. Que baste con abrir un grifo de casa para que de él mane cerveza como si fuera agua. Pues bien, ese sueño se ha hecho realidad.

6.500 litros a la hora

La ciudad de Brujas, en Bélgica, está desarrollando un proyecto para crear una red de tuberías subterráneas que transportarán cerveza. El sistema conectará el centro de la histórica ciudad con la centenaria fábrica cervecera De Halve Maan, un edificio que recibe cada año más de cien mil turistas lo que la convierte en uno de los principales reclamos de la ciudad. Desde esta cervecería se servirán 6.500 litros de cerveza cada hora gracias a la proyectada red que tendrá una extensión de tres kilómetros.

Evitar la contaminación

Pero el fundamento de esta obra que se iniciará el año próximo, no es hacer realidad los anhelos de buena parte de la población de Brujas. Su fundamento es mucho más pragmático e importante. Se trata de reducir el enorme tránsito de camiones de reparto en el casco histórico de esta ciudad en el noroeste de Bélgica. El paso de más de 500 camiones cargados de zumo de cebada afecta al pavimentos de las calles y es una constante molestia para los vecinos por el ruido y el tráfico. Al mismo tiempo, los gases que emiten dentro de estrechas callejuelas está erosionando los yesos y maderas que componen las fachadas de muchos edificios con más de 300 años de antigüedad.

Precedente en Alemania

“La red nace de las preocupaciones ambientales y de calidad de vida y no por motivos económicos o por capricho”, describe el director del proyecto, Xavier Vanneste. “Al usar las tuberías, mantenemos el casco histórico de la ciudad libre de camiones, sin que eso afecte al principal producto de la zona”, afirma antes de admitir que “no es la primera vez que se hace algo así. Ya existe una red en una fábrica de Alemania”. Dónde si no.