Sin duda, el mayor ejercicio de solidaridad que se puede hacer es donar sangre. Dar algo propio que puede salvar otras vidas de forma inmediata. Y si se piensa bien, es tan fácil como extender el brazo ante una enfermera. Sin embargo, todos los sistemas sanitarios del mundo tienen serios problemas para encontrar donantes y tener sus bancos de sangre surtidos.

Sangre sueca

El Blodcentralen sueco ha puesto en marcha una imaginativa e impactante campaña para concienciar a los ciudadanos y mostrarle la transcendencia de las donaciones. Así, los donantes reciben un SMS cada vez que su sangre sirve para salvar una vida. Una manera de unir la tecnología cotidiana con algo de tanta relevancia.

Contagio viral

El objetivo es que el donante se sienta recompensado o hacerle ver que la finalidad de su sangre es la de garantizar la supervivencia de otras personas. Karolina Blom Wiberg, portavoz del sistema sueco de donación de sangre, asegura que “queríamos encontrar una manera de agradecer el esfuerzo de los donates”. Pero más allá de eso, la iniciativa también busca el efecto llamada. Que otras personas del entorno del receptor perciban la importancia de donar su sangre y, en último término, que la viralización de la iniciativa cree una conciencia social hacia esta práctica. “Hemos conseguido mucha visibilidad a través de las redes sociales y de los medios tradicionales, por lo que esperamos que aumente el número de donantes”, afirma Blom Wiberg.

Una buena experiencia

Eso es algo que se verá próximamente. El programa que se inició hace tres años en un número reducido de centro, se ha ido implementando en todo el país dado el éxito del envío de SMS medido en la repetición de donaciones por parte de los receptores de los mensajes.