La temporada de incendios de este año 2016 está comenzando de manera descorazonadora, según denuncia la ONG Ecologistas en acción, cuyos datos indican que, incluso antes de entrar en el verano, las llamas han devorado ya cerca de 3.500 hectáreas de bosque, y de los varios incendios declarados, dos de ellos son de consideración GIF (grandes incendios forestales, que afectan a más de 500 hectáreas).

Cambio climático e inacción

Ecologistas en acción atribuye estos negativos datos no solo al cambio climático, sino también a la inacción de las administraciones. A su juicio, desde el fatídico verano del año 2012, en el que se quemaron más hectáreas de bosque que a lo largo de toda la década anterior debido a un cóctel de temperaturas extremas e intensa sequedad ambiental, no se han apuntalado las medidas necesarias en lucha anti incendios. La organización alerta de los riesgos que se afrontan este año, en que el pasado mes de mayo fue el más cálido desde que se tienen registros. Y entre las circunstancias que la asociación destaca que deberían combatirse, en general, para reducir el riesgo de incendio, están, por un lado, el índice de ellos que son provocados; según sus cifras,  este año, de los cuatro incendios y un conato que ha habido, solo se ha detenido al autor de uno de ellos. También demanda actuar contra el dato de que muchos incendios ocurran en urbanizaciones construidas en pleno monte, emplazamientos que, una vez declarado el fuego, acaparan la mayoría de los recursos humanos y técnicos empleados en el suceso, por la prioridad de salvar vidas y bienes.

Plan de acción urgente

En suma, Ecologistas en acción reclama a la administración un plan urgente anti incendios para evitar las masas forestales homogéneas y los monocultivos. Según el criterio de la asociación, éstos deberían dar paso a bosques heterogéneos compuestos por varias especies que se comporten ante el fuego de forma distinta, ejerciendo de cortafuegos naturales, y multipliquen la biodiversidad, reforzando el ecosistema, haciéndolo más resistente al fuego. También proponen más vigilancia, más sanciones y más medios humanos y técnicos durante más tiempo. En este último sentido, la ONG manifiesta su preocupación por el temor de que, con la excusa de la crisis, se hayan podido recortar excesivamente los medios en la gestión forestal. Y entre las recomendaciones que Ecologistas en acción expresa a título individual, se encuentran: no encender fuego en el campo, ni para quemar rastrojos o pastos, ni para utilizar barbacoas o fogatas, en especial en la época de alto riesgo de incendios, que va del 1 de junio al 1 de noviembre. No arrojar al suelo cerillas, colillas, cigarros u objetos en combustión, ni tampoco papeles, plásticos, vidrios o cualquier tipo de residuo o material combustible susceptible de originar un incendio. En los terrenos forestales, desaconseja utilizar desbrozadoras, motosierras, grupo de soldadura, amoladora o radial. A las personas cuya vivienda se encuentre ubicada o circundada por terrenos agrícolas o forestales, se les recomienda que no pongan setos de especies que ardan con facilidad (arizónicas, cipreses, etc.), y que no construyan barbacoas en los límites de la finca, o al menos, que nunca las utilicen los días de viento. Igualmente, se debe solicitar a la comunidad de vecinos la elaboración de un plan de autodefensa (instalación de hidrantes en las calles, mantener las calles y caminos aledaños despejados de vehículos y de vegetación, construcción de depósitos de agua, etc). Depositar la basura y los restos de poda en los contenedores o vertederos habilitados, y nunca deshacerse de ellos amontonándolos junto a la vivienda o quemándolos. Al adentrarse en zonas forestales con vehículos motorizados, tener en cuenta que el contacto del tubo de escape con matorrales secos podría provocar un fuego. En caso de avistar incendio, avisar lo antes posible al 112, teléfono de emergencia, o al 062 teléfono de la Guardia Civil, y escapar del fuego yendo a un claro alejado de él, tratando de alejarse por las zonas laterales del incendio y más desprovistas de vegetación; en caso de que se esté circulando en coche, lo ideal es cerrar las ventanillas e intentar dirigirse a una zona fuera de peligro e ir en sentido contrario a la dirección del viento. En caso de participar en labores de extinción, debe hacerse con coordinación y nunca debe trabajarse de manera aislada.