A estas alturas nos parece que aquello fue algo digno de la ciencia ficción. Cuando durante décadas compañías tabacaleras, políticos, lobbistas y científicos se empeñaban en hacernos creer que el tabaco no era nocivo para la salud. Que no existían estudios determinantes que lo relacionaran con enfermedades como el cáncer de pulmón o de garganta entre otras muchas patologías. Hoy nos parece inconcebible. Pues bien, está volviendo a ocurrir.

Docu-denuncia

En este caso el proceso de manipulación va en sentido contrario. Si antes el tabaco no era malo, ahora el mantra es que los cigarrillos electrónicos, los e-cig o vapeadores son tan nocivos como los tradicionales. Incluso que en lugar de ser un sustitutivo en realidad son la puerta de entrada a nuevos fumadores. El interés oculto de este mensaje es lo que denuncia el documental A Billion Lives. Y en este caso, la denuncia no solo apunta a las compañías tabacaleras, si no a entidades que en principio deberían velar por la salud pública.

Las farmacéuticas y la OMS

En concreto se señalan a las grandes farmacéuticas y, por extensión, a la Organización Mundial de la Salud. Según el director del documental, Aaron Biebert, las farmacéuticas están utilizando su influencia sobre la organización supranacional para demonizar los cigarrillos electrónicos. Y lo mismo con otras instituciones de salud se diferentes países.

Ganar dinero con la quimio

El objetivo no puede ser más tétrico. Seguir ganado dinero con los costosos tratamientos de quimioterapia que se recetan a las miles de personas que cada año enferman a causa del tabaco. Biebert expone sus serias dudas acerca de la imparcialidad de una organización que se sostiene en un 70% con aportaciones de las grandes compañías farmacéuticas. Arguye que muchos informes sobre los cigarrillos electrónicos son manipulados y parciales. Todo para frenar el descenso de la población fumadora en todo el planeta. Para entorpecer y detener políticas que permitan sustituir el hábito o abandonarlo. Y es un problema de salud pública monstruoso. Pues la propia OMS asegura que una de cada siete personas del mundo son fumadores habituales. Es decir, los mil millones de vidas que podrían salvarse y que dan nombre y sentido al documental. [embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=rpQ4ZgIeiQc[/embedyt]