Un parque subterráneo que se nutre de energía solar y agricultura urbana. Un sueño verde todavía en proyecto está planificado en Nueva York, en el Lower East Side (Manhattan)– en una antigua estación de tranvía-, que se llama Lowline Park y empezó a diseñarse en 2011 con el Lowline Lab, una cápsula experimental abierta, hasta el 2017, a propuestas ciudadanas. Está previsto que se abra el parque en 2018. Por ahora, ya han visitado el emplazamiento, que suma unos 4.100 metros cuadrados y contará con un sistema de ventilación para gozar de aire puro, más de 70.000 personas, con el objetivo de hacer sus aportaciones al vergel, animados por el anuncio presentado en la cercana estación de metro de Essex Street y el compromiso con él de Edward Norton, Diane Von Fürstenberg o Mark Ruffalo, que se han mostrado entusiastas con la idea.

60 millones de dólares

Los promotores del parque, cuyo diseño definitivo trazará un grupo de ingenieros y diseñadores de la casa RAAD (liderado por James Ramsey), aspiran a que sirva de ejemplo de reinvención de un espacio cerrado en otros lugares de Estados Unidos y Europa. El parque costará 60 millones de dólares, en pos de los que también se ha iniciado una campaña de recaudación. El Lowline Park será el primer parque subterráneo del mundo.