El concepto viral nació con aquel Internet 2.0. Hace referencia a la capacidad de una publicación para circular de muro en muro, de red social en red social, hasta que todo el universo conectado lo ha visto cien veces. Pero últimamente parece que ha extendido la acepción también a la infestación que produce un virus. El Mannequin Challenge es el último ejemplo.

Todos quietos

Prácticamente no queda nadie ya que no haya hecho su versión. Desde candidatos frustrados a la presidencia de los Estados Unidos, selecciones de fútbol, nadadoras sincronizadas, actores famosísimos y miles de grupos humanos de cualquier índole. Todos se han hecho el dichoso vídeo, estáticos como maniquíes. Una figura entre inquietante y absurda.

Los precedentes

Es el penúltimo challenge. Los retos en Internet tratan de que a alguien tiene una ocurrencia más o menos ridícula y la graba en vídeo. Luego lo cuelga e invita al resto del universo Internet a que le imite. Puede haberlos solidarios, como el Ice Bucket Challenge, aquello de tirarse un cubo de agua helada para solidarizarse con los enfermos de ELA y recabar fondos para la investigación. Y así, vimos a Bill Gates, Lebron James, Lady Gaga y a miles y miles de personas tirándose un cubo de agua helada por encima. Pero hay muchos más. El Cinnamon Challenge, consistente en meterse una cucharada de canela en la boca y casi morir entre toses. El Ghost Pepper Challenge que va de morder la pimienta más picante del mundo y sufrir espasmos incontrolables. El menos nocivo Bottle Challenge por el que se lanzaba una botella de agua medio llena para que cayera de pie. También fue muy popular el Harlem Shake. Gente comportándose normalmente que, al cambiar la música, se volvía loca. Últimamente, además del Mannequin Challenge, han surgido el Andy’s Coming Challenge por el que todo el mundo debe tirarse al suelo cuando alguien grita “Andy’s Coming!” como hacen los personajes de Toy Story o el Trump’s Coming Challenge, que es similar solo que la gente ha de salir corriendo cuando alguien chilla que el presidente norteamericano se acerca.

El No Challenge Challenge

Nosotros queremos proponeros otro. El No Challenge Challenge. Se trata de ser uno mismo. De disfrutar de un momento con los amigos y la pareja. De apartar unos segundos el móvil. De no pretender grabar cada instante para colgarlo en Internet. De prestarle atención a la vida real. Sin imitar. Sin forzar cada situación. Sabemos que no es fácil. Pero con el mismo empeño que ponemos en hacer todos los demás challenges, seguro que podemos lograrlo. ¿Te animas?