Es difícil determinar por qué el fútbol se ha convertido en el deporte hegemónico en gran parte del mundo. Sin duda influyen dos factores. El primero que sea uno de los deportes más democráticos. Jugadores sin grandes capacidades físicas, a priori, como Messi o Raúl pueden ser estrellas mundiales. El principal es que basta un elemento esférico y cualquier terreno para echar un partido. ¿Quién no ha construido porterías con cazadoras o mochilas?

Campos de fútbol inusuales

Para comprobarlo basta con ver The Unusual Football Field Proyect. Se trata de una iniciativa a medio camino entre la arquitectura, la solidaridad y la poesía. En las áreas más deprimidas de Bangkok se han creado curiosos campos de futbol para los chicos y chicas locales. En el masificado barrio de Khlong Toei, donde nadie pensaba que habría espacio para ningún tipo de equipamiento deportivo, han surgido canchas en las que ahora los jóvenes locales juegan sus pachangas.

Espacios asimétricos

Qué importa que los espacios no sean rectangulares y simétricos. Los terrenos de juego adquieren formas distintas, algunas imposibles. Adaptándose a los escasísimos y mínimos espacios que las precarias construcciones de la zona dejan. Porque, en contra de lo que nos dicen, para jugar un gran partido no es necesario que una portería esté frente a otra. Es un proyecto encabezado por la compañía inmobiliaria tailandesa AP Thailand en colaboración con la agencia digital CJ Worx. La idea es simple y audaz. El espacio puede cambiar nuestras vidas. Lo que antes eran vertederos en los que los chavales jugaban entre la basura, hoy son canchas de aspecto moderno. Solo es necesaria una mirada distinta. Una idea que una la creatividad con la solidaridad. Como expresan los responsables de la inmobiliaria “ser conscientes de que cualquier espacio, aunque no lo parezca, puede producir grandes beneficios”.   [embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=cf3Cjpn9qHY[/embedyt]