Estuvieron a punto de extinguirse en el siglo XX. Hoy, todavía están protegidos, en parte por ello se ha originado tanto revuelo con la misteriosa decapitación de un macho alfa de bisonte esta semana en la reserva valenciana de Valdeserrillas, lo que el investigador del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas, Jorge Cassinello, ha vinculado en declaraciones a Europa Press con el "afán coleccionista". Según ha indicado también el experto en relación con este animal, actualmente se trabaja en varias reservas del Viejo Continente para demostrar los valores del bisonte en los ecosistemas mediterráneos, en concreto en la lucha contra los incendios forestales, en el mantenimiento de una adecuada gestión del hábitat e incluso en el equilibrio de las poblaciones de lobo.

Herbívoros dóciles

En cuanto a lo primero, lo favorece el aprovechamiento que hacen los bisontes del pasto y el monte, que los convertiría en útiles para clarear estos espacios y crear campo abierto. Además, Cassinello estima que su recuperación en libertad sería muy interesante para mejorar, de forma natural, la gestión del lobo ibérico si ambas especies convivieran. "Son herbívoros dóciles, afables y nada agresivos. Una vaca brava es más peligrosa y el bisonte además es útil para los pastos y pueden contribuir al sostenimiento económico de las zonas rurales a través del turismo", ha señalado Cassinello. En España, hay proyectos de repoblación de bisontes en la Reserva de Valdeserrillas (Valencia), a donde en 2009 se llevaron 4 ejemplares y hasta el suceso de esta semana había 12 bisontes; San Cebrián de Mudá (León), con 7 bisontes; Paleolítico Vivo, en Atapuerca (Burgos) y en Plasencia (Cáceres).

En el resto de Europa, en un Parque nacional situado entre Polonia y Bielorrusia habitan 600 ejemplares en libertad. Junto a estos países, también hay núcleos en libertad en Rumania y en Rusia, los cuatro países que más esfuerzos realizan por la especie. Asimismo, en Bulgaria, Ucrania y Suecia habitan en libertad varios núcleos de bisontes.