El gobierno español ha anunciado esta semana que desarrollará una Ley de Prevención del Consumo de Alcohol por Menores de Edad, y la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha informado este viernes de que el consumo de alcohol y las borracheras entre los jóvenes se han duplicado en los últimos 20 años, y propone varias medidas para mitigar el daño que éste puede causarles. Entre otras medidas, los epidemiólogos sugieren que se introduzcan cambios fiscales para elevar el precio del alcohol, puesto que el precio de estas bebidas en España es el más bajo de la Unión Europea, y regular la excesiva accesibilidad de las bebidas alcohólicas para evitar su frecuente venta a menores. También proponen regular la promoción y la publicidad, el etiquetado e incluir advertencias gráficas de los riesgos de beber en exceso, y no transmitir que el consumo de alcohol es una práctica saludable.

Tan agresivo como el tabaco

Y en cuanto a la intervención directa con los jóvenes, plantea incrementar la detección temprana y abordar de forma sistemática los problemas de abuso y dependencia, ya que una parte de las personas que beben diariamente sufren un trastorno por dependencia, y garantizar en el sistema sanitario público el acceso a tratamientos efectivos. En su relación con los accidentes de tráfico, recomiendan revisar a la baja los niveles de alcoholemia. Los autores del informe de la SEE concluyen que la ingesta de bebidas alcohólicas se asocia a consecuencias sanitarias, sociales y económicas tan negativas o más que las que produce el tabaco, en contra de lo que se suele creer, y de igual manera, afecta tanto al consumidor como a terceras personas. Especifican también que incluso las personas que no mantienen un consumo elevado pueden sufrir sus consecuencias.