Pese a conocer la composición del Sistema Solar desde hace más de 500 años, todo lo que sabemos de los planetas que lo forman es meramente teórico. A excepción de Marte, sobre el que sí hemos logrado posar varios artilugios de fabricación humana, la información sobre el resto de cuerpos celestes se basa en cálculos y observaciones lejanas. Unos datos que nos han permitido descubrir su composición y condiciones, pero que están lejos del auténtico método de adquisición del conocimiento que se basa en tocar.

No exactamente igual que en '2001'

Así que 15 años después y con un despliegue tecnológico mucho más modesto de lo que imagino Arthur C. Clarke, la sonda Juno de la NASA está llegando a la órbita del planeta gigante del sistema, Júpiter. Lanzada en 2011, es ahora cuando está empezando a realizar y enviar imágenes de alta resolución de la esfera gaseosa. La foto que ilustra este artículo es la primera que ha enviado, tomada a una distancia de 11 millones de kilómetros y muestra Júpiter rodeado por sus lunas Io, Calisto, Ganímedes y Europa. Las imágenes más cercanas y nítidas de Júpiter se esperan para finales del mes de agosto, pues aunque Juno se encuentra muy cerca de la órbita estacionaria que describirá alrededor del planeta, la distancia sideral que lo separa de la Tierra hace que la información tarde varias semanas en llegar.

Cómo se formó la Tierra

El objetivo de la misión es estudiar diferentes parámetros de Júpiter con el fin de entender mejor cómo se formó el Sistema Solar. Cómo una nube gigantesca de helio e hidrógeno colapsó en un planeta. Con una composición similar al Sol, Júpiter debió formarse en los primeros momentos del Sistema Solar, capturando mucha de la materia que logró escapar de la estrella. Se trata de completar y actualizar la información recogida por su predecesora, la sonda Galileo, antes de ser aplastada por la atmósfera de Júpiter en 1995.

Imágenes y vídeos

Pero no solo será relevante el estudio del planeta. También sus satélites encierran secretos que esperan revelarse ahora. En concreto, cómo estos planetas helados capturaron carbono y agua, componentes básicos para la vida, información que también podría aclarar procesos que miles de años más tarde se desarrollaron en la Tierra. Pero más allá de la investigación y el descubrimiento, la NASA espera que Juno nos muestre la espectacularidad del planeta gigante. Imágenes nunca antes vistas no solo de su célebre Gran Mancha Roja, síntoma de una intensa actividad, sino también de sus menos conocidas auroras polares o de su cambiante y multicolor superficie. Además, una emisión en directo permite seguir a tiempo real el viaje de la sonda hasta su órbita de destino a la que se espera que llegue en 5 días. [embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=BdFUT64tf0A[/embedyt]