La biodiversidad marina podría contener elementos beneficiosos para el avance de la medicina. Por eso, un grupo de biólogos marinos españoles de la empresa iMare Natural, busca en una zona mesofótica (entre 30 y 100 metros de profundidad) poco investigada de Almuñécar (en la costa Granadina), muestras para una investigación europea, TASCMAR, de biomoléculas de origen marino -pólipos, esponjas y otros invertebrados-. La razón es éstas podrían producir toxinas naturales, con las que se defienden de los depredadores, que, según los científicos, podrían ser utilizados en seres humanos para retrasar el envejecimiento de la piel, eliminar las células cancerosas y curar otras enfermedades. Particularmente, el Alzheimer y el Parkinson, así como problemas degenerativos como artrosis, o también de la piel.

Cultivos ecológicos

Además de encontrar nuevos compuestos bioactivos, también se persigue producirlos de manera sostenible, haciendo cultivos microbianos en gránulos de polímero, en lugar de en placas de cultivo celular con sustrato de gelatina, porque éste requiere menos disolventes y reduce los desechos químicos. TASCMAR es parte de la Estrategia de Crecimiento azul de la UE con el objetivo de liberar el potencial de los mares, los océanos y las costas para el crecimiento sostenible. Está financiado por el programa Horizonte 2020 de la UE, que, según iMare Natural, aspira a desarrollar “nuevos medicamentos y sin efectos secundarios dañinos, nutracéuticos (por ejemplo, suplementos dietéticos) y productos cosméticos con tecnologías para la biorremediación”. https://www.youtube.com/watch?v=RIx36OV9rxc