En los últimos años, RED Acoge, una federación de 18 ONG españolas unidas por su común trabajo en “defensa y promoción de la población inmigrante y refugiada”, según su propia definición, ha publicado diversos estudios analizando el Inmigracionalismo, un concepto vinculado al tratamiento periodístico que se da de la inmigración en España. Parece interesante recuperar el contenido de dichos estudios, a la luz de la cobertura mediática que se ha hecho en los últimos meses de la crisis de los refugiados y de los atentados terroristas más recientes.

Monitoreo de medios

En este tiempo, ACOGE ha hecho un monitoreo de más de mil noticias y distintos libros de estilo de varios medios de comunicación españoles, analizando si por su manejo de datos y lenguaje corren el riesgo de caer en el sensacionalismo y/o la xenofobia. Han complementado este trabajo de campo recopilando percepciones de personas inmigrantes sobre su reflejo en la prensa. Derivado de sus conclusiones, por un lado, ACOGE ha acuñado el concepto Inmigracionalismo, que ha obtenido una buena aceptación en la prensa, que identifica el sensacionalismo aplicado al tratamiento informativo del fenómeno migratorio.  Y por otro lado, a partir de su trabajo, ha extraído diversas conclusiones y recomendaciones. Por ejemplo, en relación con la imagen del niño Aylán fallecido en la playa y que conmocionó al mundo. “Reconociendo la vital importancia de retratar esta dramática realidad, Red Acoge considera que los medios de comunicación que optaron por mostrar el rostro del  menor no deberían haberlo hecho", indica la federación, que añade también que el uso de ese tipo de imágenes “representa un debate antiguo, complicado y cambiante, cuya reflexión debe seguir viva". Desde el punto de vista de la lucha contra el inmigracionalismo, ACOGE reclama que se sea escrupulosamente cuidadoso ante la representación de menores en noticias de la naturaleza de la que hizo dramáticamente protagonista a Aylan, "la manera en las que se narran nunca debería cruzar ciertas líneas rojas, como lo son reflejar directamente a un menor muerto a cuya familia nadie había preguntado”.

Inmigrante y refugiado, dos conceptos diferentes

Además, la federación recuerda que el de refugiado y el de inmigrante son dos conceptos distintos, si bien con frecuencia los medios los utilizan de manera indistinta o confusa. Así, la organización ha detectado varias etapas en la manera como se han manejado ambos términos. Durante un primer momento, la prensa hablaba de “llegadas de inmigrantes a las costas griegas” o “fallecimientos de inmigrantes en su intento de llegar a Europa procedentes de Siria”, y pocos dedicaban espacio a mencionar las causas que originaban su migración y, por tanto, los convertía en personas refugiadas y en búsqueda de asilo. Más adelante, siempre según el análisis de ACOGE, a partir de la muerte de Aylan, la atención mediática empezó a focalizarse en la crisis migratoria de personas procedentes de Oriente Próximo, considerando ya a todas las personas refugiadas. Hasta que el error se enmendó y comenzó a hablarse de ‘refugiados e inmigrantes’, alternativa que a la organización le parece más adecuada porque “describe con más exactitud la diversidad de los procesos migratorios”, si bien teme que “la distinción pueda acabar creando categorías entre personas”. Reconociendo la diferencia entre migrantes económicas y refugiadas, recuerda que “todas las personas que se juegan la vida intentando llegar a Europa de estas maneras lo hacen porque no tienen otra elección y partiendo de una situación de extrema vulnabilidad, bien sea porque huyen de un conflicto armado o  de violaciones de derechos humanos que, a su vez, les condenan a la pobreza y a la falta de libertades”. Asimismo, Red Acoge espera que “no se acabe produciendo una simplificación mediática que lleve a nombrar como refugiados a quienes llegan por el este de Europa y como inmigrantes a quienes parten del Marruecos para llegar a España”.

El dilema de la mención a la nacionalidad o religión

Por otra parte, en sus análisis ACOGE ha observado un elevado número de ejemplos de mención injustificada a la nacionalidad, “un tema que suscita discusión y que no es fácil de determinar”, advierte. Su propuesta consiste en reflexionar sobre su uso y tomar consciencia de que puede acarrera la creación y alimentación de estereotipos. Frente al argumento de parte de la profesión periodística de que se trata de un dato “más, al igual que se dice la edad o la profesión”, indica ACOGE, la federación “teme que la sobrerrepresentación de ciertas nacionalidades cuando se relaciona con temas relativos a sucesos delictivos pueda incrementar una visión negativa hacia determinados grupos, bien por su origen nacional, étnico o por su confesión religiosa. Este hecho convierte a la nacionalidad en tema que no debe ser tratado como inocuo. En ningún momento se está planteando que se omita, sino que se haga cuando tenga sentido”. En el caso del terrorismo yihadista, se ha comprobado que siempre se destaca el elemento nacional. “La organización entiende que en estos casos sí es relevante para el entendimiento de la noticia. No ocurre igual cuando se trata de otro tipo de hechos delictivos o noticias relativas con sucesos, donde la procedencia no condiciona en ningún caso la situación narrada”. Con todo, sugiere “valorar casos por caso”, en tanto que “resulta muy difícil aplicar una norma general a todas las situaciones”, por ejemplo, suprimiendo “el dato de la nacionalidad para comprobar si la noticia pierde sentido. De no ser así, el consejo es que antes de ponerla se reflexione dado que puede ser mucho más el daño que haga (estigmatización) y el valor informativo (visibilización)”.

Persistencia del uso del término ‘inmigrante ilegal’

Por último, a pesar de que cada vez sea menor el número de medios de comunicación que utiliza erróneamente el término ‘inmigrante ilegal’, sigue figurando en las informaciones de prensa, radio y televisión. Se trata de un concepto que “además de criminalizar, resulta erróneo jurídicamente”, precisa ACOGE. “Nadie describiría como ‘conductor ilegal’ a alguien que haya sido multado, sin embargo, a las personas que están en situación  administrativa irregular sí se las estigmatiza con ese término”.