“Soy el más fuerte que existe”, suele repetir El increíble Hulk en su saga de cómics y películas. Y así de invencible parecer ser también un invento del científico de un chileno Tomás Egaña, afincado en Alemania: un tejido artificial, verde como Hulk, y llamado HULK por las siglas en alemán para "Hyperoxie Unter Licht Konditionierung(Inducción de hiperoxia bajo el condicionamiento de la luz). Un tejido capaz de producir oxígeno a través de fotosíntesis. Egaña, ingeniero en Biotecnología, ha realizado su trabajo para la Universidad de Lübeck, y ha desarrollado su labor en ingeniería de tejidos, en concreto en un proyecto de piel artificial que persigue el crecimiento de los vasos sanguíneos, transmisores de oxígeno. Para ello, ha buscado células que lo produjeran directamente, y las ha encontrado en las plantas. Por tanto ha creado una piel artificial que genera oxígeno por fotosíntesis, al igual que las plantas, ante el estímulo de la luz. HULK está compuesto de microalgas, lo que le da el color verde.

Aplicaciones en diabetes, enfermedades del corazón, tumores...

Ahora, un equipo interdisciplinar de biólogos, bioquímicos, ingenieros, botánicos y cirujanos, está trabajando en la aplicación clínica de esta sustancia, y conectar las células humanas con las vegetales. Podría ser útil en  heridas crónicas, diabetes, enfermedades vasculares y pulmonares, tumores, quemaduras, úlceras, manejo de órganos para trasplante, cirugía... Suturas, vendajes y otros materiales fotosintéticos podrían inducir el proceso regenerativo y además, por ingeniería genética de las algas, liberar otros factores que mejoren la cicatrización, como antibióticos o antiinflamatorios, no solo en la piel, sino también en órganos internos.