Hillary Clinton y Donal Trump se verán las caras el próximo 8 de noviembre. Esta es la fecha programada para la celebración de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Millones de personas están llamadas a las urnas para decidir quién ocupará finalmente, y durante los siguientes cuatro años, el sillón del Despacho Oval de la Casa Blanca.
Una estrategia de imagen forjada durante meses
Alcanzar tan codiciado asiento es el objetivo de Clinton y de Trump, así como del equipo que se encarga de preparar su campaña, que lleva meses cimentando la imagen pública de ambos candidatos. Porque una buena estrategia de marketing y comunicación, difundida a través de los cauces adecuados, puede ser definitoria a la hora de llevar a la victoria a los contendientes. John F. Kennedy fue el pionero del aprovechamiento de la televisión como arma de contagio masivo para alcanzar a la masa de potenciales votantes en 1960. Décadas después, Barack Obama se sirvió de las redes sociales y el Big Data para segmentar su mensaje al máximo y entregarlo de forma casi personalizada a los estadounidenses.
Los algoritmos entran en campaña
En este 2016, de nuevo Twitter y Facebook están jugando un papel fundamental en la campaña política. Como explica Emérito Martínez, Digital Business Transformation Leader en Themarketingmaps y Chief Marketing Officer en de la escuela de negocios MSMK – Madrid School of Marketing:
“la política 2.0 se juega hoy con algoritmos, investigación, testeo y predicciones matemáticas”. En opinión de este experto, la clave reside en enviar el mensaje oportuno a la persona oportuna. “Los datos son información y la información es poder para discernir mediante qué mensaje un partido o un candidato puede acercarse más a un simpatizante o votante, sea para activarle o para que vaya a votar”, señala Martínez.
Si te ha interesado el tema, no dejes de leer el artículo completo: El Más que posible impacto del Big Data de Facebook y el Big Data en las elecciones EEUU, escrito por Emérito Fuente: Remitido por MSMK. 
